Cada jugador comienza el juego con dos losetas, una en cada mano. En cada loseta hay representados de uno a tres tipos de terreno de los cuatro disponibles. Los jugadores colocan las losetas simultáneamente. Cada loseta debe ser colocada adyacente a otros dos lados rectos de modo que las primeras losetas deben ser colocadas obligatoriamente en las esquinas del tablero y a partir de ahí el mundo va creciendo hacia el interior.
Al comienzo del juego se disponen seis abejas de diferentes colores en el centro de la mesa y tras dar tiempo a los jugadores a memorizar sus posiciones se tapan con colmenas. El juego termina en cuanto un jugador logra hacerse con cuatro colmenas o en el momento en el que se acaban las cartas, en este caso el jugador con más colmenas será el ganador.
Tu misión es conseguir que tus bebés no lloren, porque una vez empiezan a llorar es imposible consolarles. Al mismo tiempo tienes que tratar de alterar a los bebés de tus oponentes. Para ello vale todo tipo de travesuras, desde quitarles el chupete a vaciarles el biberón. En su turno cada jugador puede jugar todas las cartas que quiera para consolar a sus bebés y una para tratar de alterar a los bebés de los contrincantes.
Como en su hermano mayor de tablero, el juego consiste en realizar pujas en una carrera de camellos. La diferencia principal es que en este caso el avance no se decide según el resultado de unos dados sino con cartas que se roban de un mazo fabricado por los jugadores o se juegan directamente desde la mano. Podrás apostar tanto al ganador de la ronda como al ganador de la carrera.
¿Pero que ha pasado? Alguien ha partido todos los caramelos por la mitad... ¡Todos! Ahora tenemos que buscar las mitades que faltan para completar los caramelos. Es un título para los más pequeños de la casa con una mecánica muy sencilla. Se trata de un juego sencillo y divertido, apto para los más peques de la casa pues lo único que tienen que hacer es buscar losetas que casen con las que tienen en mano.
Se reparten tres cartas, en tu turno dices una situación y eligiendo una de sus tres cartas el resto de jugadores intentan expresar lo que sentirían en esa situación. Se ponen las cartas boca abajo y el que ha elegido la situación las barajea sin saber de quien es cada carta. La carta ganadora será la que el jugador que ha barajeado crea que expresa lo que él sentiría en esa situación.
Al comienzo de ronda cada jugador recibe cuatro cartas de clan, de esas cuatro selecciona una y pasa las otras tres. Seguidamente une la carta previamente seleccionada a las tres nuevas y elige dos de la nueva mano de cartas. Es decir, no estás obligado a quedarte con las cartas que has ido seleccionando.
Los kodamas viven en árboles, por lo que debes hacer crecer el tuyo lo máximo posible, pero siempre ateniéndote a los gustos de su pequeño espíritu. Estos gustos te los irán marcando las diferentes cartas de objetivo en las que basarás tu juego para puntuar en cada estación. Tal vez le guste que tu árbol tenga muchas ramas o por el contrario que sólo tenga una pero muy larga.
Cada ronda de juego comienza con un mercado de dieciocho cartas (tres filas de seis). En su turno cada jugador coge una carta del mercado y la ejecuta. Si alguna fila pierde tantas cartas como número de jugadores se elimina toda la fila. Es el modo para dar escalabilidad al juego. Con las cartas debes ir completando dos trenes añadiendo vagones.
Cada jugador tiene cinco cubiletes de diferentes colores. En cada ronda se destapa una carta que contendrá cinco dibujos iguales pero con diferente color. Los jugadores tratarán de colocar sus cubos en el mismo orden que los dibujos de la foto en base a su color. El jugador más rápido en lograrlo tocará un timbre que se sitúa en el centro de la mesa, habrá ganado la ronda y se quedará con la carta.
Lo primero a destacar de este título es su cuidada edición. Desde el arte hasta el cuidado del más mínimo detalle pasando por la calidad de todos sus componentes. A destacar la catedral de cartón en tres dimensiones que sirve como contador de turnos. En cuanto a mecánicas estamos ante un eurogame de libro. Obtendrás puntos de victoria por avanzar tu barco a lo largo del río o por jugar cartas.
Tendrás que prepararte formando ejércitos, construyendo máquinas de asedio, estudiando mejoras en la academia o explorando mazmorras en busca de recursos. Promete ser un juego rápido y divertido, con reglas sencillas e interacción en estado puro. Nosotros vamos a apoyar el juego así que ya os contaremos que nos ha parecido cuando nos llegue a casa.
Te pondrás en la piel de un capitán pirata surcando los mares con tu barco en busca de aventuras. Cada aventura está representada por una serie de cartas que salen del mazo de aventuras. En tu turno podrás ir sacando cartas del mazo. En cualquier momento podrás decidir quedarte con una de esas cartas, siempre que hayas adquirido los recursos necesarios durante la aventura.
El juego consta de tres rondas al final de las cuales el jugador con los tesoros más valiosos será el ganador. En cada una de las rondas bajarás en busca de tesoros. Puedes volver al submarino sólo una vez y sólo si vas cargado con al menos un tesoro. Cuanto más profundo bajes más valor tendrán las reliquias, cuanto más cojas más puntos, pero menos avanzas.
Tendremos que administrar nuestro tiempo a lo largo de nuestra vida en cuatro ámbitos: proyectos vitales, ocio, trabajo y familia.Comenzaremos el juego siendo unos adolescentes con todo el tiempo del mundo pero sin dinero ni experiencia, para terminar siendo adultos con pasta y experiencia pero con el tiempo hipotecado al trabajo y la familia.
Leo ha descuidado su melena y los animales de la selva le han perdido el respeto. Los jugadores de forma cooperativa tenéis la misión de ayudar a Leo a llegar a la peluquería antes del final del día o perderá su trono de rey de la selva. Al comienzo del juego se sitúan las losetas de animales formando un camino que une la cama de Leo con la peluquería de Bobo.
El juego consiste en un tablero que se divide en dos zonas, una representa el camino del gato hasta la despensa y la otra zona representa los alimentos que deseamos comernos. El resto de los componentes son un gato de madera, tres dados personalizados y marcadores para señalar qué alimentos nos hemos comido. Tendréis forzar la suerte para lograr la victoria.
En el juego nos encontramos con un tablero central en el cual hay representados varias localizaciones con los recursos que deberemos recolectar, un mercado y una choza principal. Alrededor del tablero disponemos de varios tokens boca abajo que representan las mismas localizaciones que hay en el tablero o contienen un valor numérico.
Encarnamos a quizá los alumnos más trastos de la escuela de magia. Hemos enredado entre los trastos del sótano de la escuela hasta abrir un libro antiguo. De este libro han empezado a surgir criaturas endemoniadas. Nuestro objetivo en el juego es aguantar la envestida de estos monstruos sin volvernos locos, pero claro, quizá teníamos que haber atendido un poco más en clase.
Podrás ponerte de lado de un grupo de forajidos o de lado de los hombres de la ley para revivir escenas de las películas del lejano oeste. Podrás vivir tiroteos, atracos, duelos,... Los materiales son sencillamente espectaculares. Tienes plastico y cartón para aburrir en forma de meeples, barriles, dinamita, balas, cactus, edificios,...
Es un juego de civilizaciones en el cual debes progresar en ciencia, guerra o comercio al tiempo que construyes una de las maravillas del mundo antiguo. Para ello dispones de tres eras, al cabo de cada una de las cuales tendrás que enfrentarte a tus vecinos en el campo de batalla. En resumen, es un título imprescindible en toda ludoteca familiar.
En el juego dirigimos a una serie de caballeros que partiendo desde la esquina noroeste del tablero recorren el reino recolectando espadas, hierbas y aliados para enfrentarnos a las bestias de las tinieblas que asolan el reino. El turno es sencillo, comienzas robando dos cartas de un mazo, cada una de ellas nos da unas coordenadas del tablero en las que poner un aliado o una loseta.
Representamos a una tribu de piojos jugueteando en el pelo de Pualani. No se nos ha ocurrido otra cosa que ponernos a jugar al juego de la cuerda con los pelos de la pobre niña. Ganarás la partida si consigues demostrar más fuerza que tus oponentes, pero ojo, deberás calcular bien tu fuerza porque si rompes el pelo perderás los puntos.
Nos encontramos haciendo cola para entrar en el bar de moda de la ciudad. El caso es que las puertas sólo se abren cuando se llena la cola y sólo para que entren un par de animales, el último será expulsado de una patada al callejón de detrás del bar y el resto podrán seguir esperando pacientemente. Un juego divertido, loco, en el que nada te sale como esperabas.