El clásico no es un juego que me apasione, ni tampoco lo considero un juegazo para todos los premios/galardones que tiene; pero sí reconozco que se deja jugar bastante bien. Características como su corta duración, número de jugadores o su sencilla mecánica hacen que vea bastante mesa, sabiendo esto... prefiero que el juego venga acompañado de todas las expansiones posibles para sacarle todo el jugo en cada partida.
Dos de las civilizaciones más importantes de la antigüedad se enfrentan en un duelo histórico sin precedentes del que sólo puede salir una victoriosa. Construiremos prominentes estructuras, levantaremos maravillas nunca vistas, impulsaremos el desarrollo científico y apretaremos con nuestro ejército para hacernos con la partida.
Las segundas partes nunca fueron buenas, pero la excepción confirma la regla y este juego es precisamente eso: la excepción a la norma. Un juego que quizá por esperarme poco de él, ha resultado ser una de las mejores sorpresas de los últimos meses. Es un juego de civilizaciones donde no sientes en ningún momento que estés construyendo una civilización.
Éste es el secreto que nadie cuenta, a nadie le gusta en realidad "7 Wonders". Pero se ha dicho tantas veces que es un juego estupendísimo para mucha gente y que no tiene entreturno y que patatín y patatán que nos autoconvencemos de que un juego que a cuatro va bastante bien, no vamos a ponerlo todo negro, sirve para siete sólo porque lo dice en la caja.
Viene empaquetado en formato de juego pequeño (en una caja similar a las de la línea de Kosmos para dos jugadores) y trae un buen montón de material: un par de mazos de cartas, un tablero con su respectiva ficha para representar el progreso militar de cada una de las civilizaciones, y unas cuantas fichas de cartón que hacen las veces de monedas, habilidades de progreso científico y daño económico causado por la guerra.
Es un juego familiar, donde podrás vivir lo que se siente siendo un perro. ¿Qué tal echar una meadita en una farola, o buscar un bistec entre la basura? ¿Qué pasa si me encuentro con otro perro que corta mi paso? ¿Es cierto que hay un camión que va encarcelando perros? Nadie dijo que la vida de un perro fuera fácil. ¿Preparado para marcar tu territorio?
El juego es una gestión de recursos agrícolas. En él, cada jugador representa a un agricultor que poco a poco expande sus tierras de cultivo, y con los bienes obtenidos, acude al mercado de Loyang a suministrar a clientes ocasionales (buscan una combinación de vegetales, te la pagan y se van) y a clientes fijos (requieren una misma combinación durante cuatro turnos seguidos).
Os vamos a contar cómo se juega a dos jugadores con una pequeñita variación que tiene. Vámonos a la cámara de arriba. Os contamos cómo se juega, parte de una partida y qué nos ha parecido. Este juego de mesa de gestión de recursos puede ser una buena opción para dar un paso más en complejidad. ¿Será un "Agricola" de China?
Hoy vengo a explicaros este juego. Es una reedición, osea es ya un clásico. Es un juego sencillito, no tiene mucha complicación y simplemente vamos a pasar a verlo. Aquí tenemos la preparación de una partida. Básicamente, como siempre hacemos, voy a explicaros para dos jugadores: hay una pequeña variante a tres y cuatro.
Somos tribus beduinas en el desierto cuyas caravanas de camellos se enfrentarán por el dominio de las abrasadoras arenas, los escasos oasis y los deseados pozos de agua. Después de colocar por turnos a los líderes sobre el tablero, cada jugador puede poner, cuando le toque, dos camellos de los colores que elija, para ampliar sus caravanas de camellos.
La inteligencia artificial de la nave ha tomado una actitud hostil y está intentando acabar con la tripulación. ¿Será mejor intentar desconectarla? ¿O huir de la nave? Para jugar una partida, se colocará el tablero en el centro de la mesa por una de sus dos caras, dependiendo de en qué nave se quiera jugar. Todas las fichas de incidente se meten en la bolsa.
Tras muchos años de cuidada planificación, despega la primera misión tripulada a Marte. Toda la humanidad despide con júbilo a Deimos, el primer transbordador espacial de su generación, un nuevo diseño dotado de los más avanzados sistemas y herramientas que la tecnología puede proporcionar, incluida una súper inteligencia artificial que lo supervisa todo.
Al comienzo del juego se disponen seis abejas de diferentes colores en el centro de la mesa y tras dar tiempo a los jugadores a memorizar sus posiciones se tapan con colmenas. El juego termina en cuanto un jugador logra hacerse con cuatro colmenas o en el momento en el que se acaban las cartas, en este caso el jugador con más colmenas será el ganador.
En este juego, los jugadores intentan jugar (bajar) tantas cartas como puedan. Al final de la partida, cada carta jugada vale un punto, mientras que cada carta en la mano vale un punto negativo. ¿Cuál es la gracia? Intenta capturar tantas cartas como puedas de las cartas jugadas por otros jugadores. Así podrás jugarlas tu posteriormente y conseguir más puntos al final de la partida.
El abuelete Kramer lleva dándole a esto de los juegos desde la edad de piedra más o menos, y lo mismo te clava un quemarecebros como "Torres" que un clasicazo como "El Grande" o una obra maestra de los chorrijuegos como es "¡Toma 6!". Este juego pertenece a esta última categoría y, por lo que parece, está aquí para quedarse. ¿Por qué? Ahora os cuento.
Hoy os traemos algo pequeñito... que no sé por qué se llama así, francamente; no sé si es que hay una especie de zorro que se llama abluxxen o algo así... lo dudo... Nos hemos documentado, pero a saco. Pero bueno, es un juego de cartas que inicialmente en sus orígenes era de tres a cinco jugadores y con la última edición han incluido una variante para dos jugadores.
Un juego de profundidades. Como véis, la portada muy, muy interesante, muy llamativa: diferente de lo normal que pasa en los juegos de mesa; es tan sólo portada, no tiene ni el nombre ni nada (el nombre y toda la información va por los laterales nada más). Lo que vamos a hacer es introducirnos en el fondo de las profundidades y vamos a tener que crear ciudades.
Vamos a conocer esta expansión para "Abyss". Ahora sí, vamos a conocer y vamos a ver qué añade esta expansión. Es precioso, ya sabéis que yo vivo enamorada de este juego. Así que vamos a ver qué nos añade esta expansión y qué nos modifica (aunque no demasiado) en las mecánicas: es más en la estrategia que en las mecánicas.
Gracias a la expansión aumentamos a cinco jugadores. Vamos a ver directamente cómo se juega. Lo único que vamos a hacer es añadir la expansión, los cambios que hay en la preparación y los cambios que hay durante la partida: sólo os vamos a explicar eso. Así que, como siempre, preparación. Lo primero, nos vienen unas cartas nuevas.
Vas a poner a prueba el equilibrio, la puntería y tu coordinación en diferentes desafíos para convertirte en el nuevo sensei. Os contamos un poco cómo funciona mientras afilamos la catana. ¡Yihhaaa! Obtén el grado más alto de la clase… ¡El sensei de ninjutsu! La destreza, la concentración y la perspicacia serán tus mejores aliados para competir contra tus amigos y familiares.
Te convertirás en un ninja que debe enfrentarse a diferentes desafíos para terminar siendo nombrado, ¡sensei de ninjutsu! Se reparte un ninja a cada jugador, se dejan en medio los meeples blancos, los negros y los troncos. Y se separan las cartas según: desafíos colectivos y desafíos de duelo. La partida finaliza cuando se terminan los desafíos marcados.
Un trampantojo es un plato que parece ser algo distinto a lo que es, un troleo culinario a medio camino entre la broma y la experimentación. No es sólo el concepto de plantar un melocotón, rodearlo de merengue y decir que es un huevo frito, sino la pregunta a medio camino entre la filosofía y la ciencia de hasta qué punto están los distintos sentidos conectados.
No es el juego que estamos habituados a traer, pero en esta ocasión no podíamos dejar de perder la oportunidad de traeros este juego... entonces lo hemos traído aún así, pero recordaros que es de tres a cinco jugadores: para dos no se puede jugar. Como siempre, vamos a enseñaros la preparación, cómo se juega y finalmente daremos una pequeñita y rápida opinión.
No hay nada como pillarse unas merecidas vacaciones tras meses de duro trabajo, donde las largas jornadas de trabajo y el estrés de la ciudad nos ponen a prueba día sí y día también. Es por eso que esta vez nos hemos decantado por el Gran Hotel Abaddon, un destino atípico que nos ofrece relax y desconexión. ¿Qué más se puede pedir?