Llevo meses deseando escribir una reseña de uno de los juegos de mesa que más placer lúdico me ha proporcionado. Hablo de un clásico. El juego por el que me enganché al maravilloso mundo de los juegos de mesa. Es un juego muy fácil de aprender. El objetivo como bien dice la portada: la conquista del mundo. Hay multitud de versiones de este juego.
Es ya un chiste gastado: cuando, inocentes de nosotros, traemos a algún pobre incauto a casa para enseñarle nuestro cuarto de juegos (porque nuestros gustos son... peculiares), cogemos una caja al azar y desplegamos el tablero llenos de ilusión, dispuestos a explicar todos los detalles que hacen que ese diseño en particular nos atraiga más que ese otro juego que salió el año pasado.
Aunque la caja nos indique que estamos ante un miembro más de la familia "Risk", el título que hoy nos ocupa no se ajusta a esa denominación ni por asomo, siendo un sistema completamente diferente. Diseñado para dos o cuatro jugadores, es más bien un sucesor espiritual de "Star Wars: The Queen's Gambit", diseño que un servidor no ha tenido el placer de disfrutar.
Sabéis que muchas veces os hemos mostrado y hablado de juegos de mesa... o de alternativas a los videojuegos para que podáis disfrutar del frikismo. ¿Y qué tenemos hoy para ese objetivo? Pues tenemos nada más y nada menos que este juego. Si estáis un poco metidillos en el mundo de los juegos de tablero, sabréis que de un tiempo a esta parte se están lanzando muchas variantes.
¿Agricultores en pleno auge de expansión? Aquí os presentamos este juego de mesa, un eurogame de la mano de Michael Kiesling. ¿Funcionará a dos? ¿Le habrá gustado a Nany? Os invitamos a ver esta breva reseña donde, como su nombre indica... decimos lo que nos sale de la... Breva reseña súper rápida porque la cámara nos trolea.
Somos los dueños de una granja del siglo XIX en la ribera del río Misisipi. Tenemos que organizar nuestros trabajadores para asegurarnos de que los campos se ordenan de acuerdo con su tipo, y que sean cosechados cuando estén listos para enviar los bienes a Nueva Orleáns. Debemos utilizar cuidadosamente a nuestros trabajadores, ganarnos el favor del práctico del puerto y aprovechar las oportunidades cuando éstas aparezcan.
Cool Mini or Not saben lo que queremos: figuritas, cuanto más chulas mejor. Y dejarnos pagar paletadas de dinero por ellas varios meses antes de tenerlas. Y pagar más aún por más figuritas todavía. Son una auténtica máquina infernal de convertir plástico en dinero. Su penúltimo plan para acercar nuestras cuentas corrientes a cero consiste en una Primera Guerra Mundial alternativa.
Para preparar una partida, mezclaremos las losetas de botín y formaremos una cuadrícula de cinco por cinco, el resto formará la reserva. El jugador más joven elegirá una de las esquinas de la cuadrícula, colocará su jinete y quitará la loseta, que se la añadirá a su reserva por el lado de moneda. El otro jugador hará lo mismo, pero en la esquina contraria.
No corren tiempos felices en Inglaterra desde que el rey, Ricardo Corazón de León, fuese secuestrado en las cruzadas. Desde entonces, Robin de Locksley sobrevive cual forajido robando a señores normandos de la más alta cuna para así recaudar el dinero del rescate del rey, logrando de este modo instaurar de nuevo el orden en Inglaterra.
Como digo, un juego específico para dos jugadores. Así que vamos a ver, simplemente, cómo se juega. Esta es la preparación de la partida... más o menos: faltan un par de pequeños detalles. Lo primero, tengo que decir que vamos a mezclar las losetas de botín, que son éstas de aquí: son las mismas que la trasera serán monedas.
Por fin. Desde hace años estaba esperando que se editara este juego en España, en parte por ser uno de los juegos que más rápidamente han subido en el top en los últimos años (con alguna que otra excepción), en parte por la polémica que surgió aquí, de la que ya hablaré más adelante en la reseña; tranquilos, que el salseo está servido.
El personal que vela por la seguridad del museo más importante del mundo está compuesto, como no podía ser de otra forma, por el mejor equipo de profesionales del mundo. Guardias extremadamente cualificados y con una implicación plena, tanto para proteger a sus visitantes como para salvaguardar su patrimonio artístico.
Ah, los 90, qué década más... así. Era como si el mundo entero fuera un chaval de trece años, y yo mismo también lo fui durante trescientos sesenta y cinco días, que no estaba la cosa para llevarle la contraria al mainstream. Todo era muy edgy y muy grimdark, pero también había mucho color chillón, hombreras y gomina. Bueno, pues ya podemos estar tranquilos porque los 90 han vuelto.
El juego tiene objetivos variados, lo que hace que puedas optar por una distinta cada vez que juegas, aparte que el azar de las cartas y los tableros de doble cara hacen que siempre sea una experiencia distinta jugarlo. Lo malo de esto es que en algunos puntos tu robot puede estar girando y girando y girando sin lograr llegar a ninguna parte.
En este juego deberemos mover a los tres robots por el tablero con el fin de dejar el mayor número de ellos en tu territorio cuando se acabe la partida. Jugaremos por turnos, es decir de las tres acciones disponibles que podremos realizar, sólo podremos escoger una que será obligatoria, es decir, no podremos pasar el turno.
Os traigo esta reseña con opinión de este juego. Ya os lo habíamos dicho en diferentes directos, en diferentes vídeos, en diferentes redes,... que esta reseña se venía al canal. Y no viene sola, viene con un señor sellos de Juegazo a dos. Esperaos a las opiniones y os lo cuento. Cajote esta edición; sabemos que no es un juego nuevo.
Para preparar una partida, primero montaremos nuestro rocódromo y aleatoriamente colocaremos una loseta en cada uno de los huecos, evitando que dos colores iguales coincidan de manera adyacente. Caja jugador elegirá un personaje y dos fichas de mosquetón. Se colocan todas las cuerdas sobre la mesa y comenzará el jugador más joven.
¿Tenéis vértigo? Vamos a poner a prueba nuestra valentía frente a las alturas, en este circuito de escalada. No miremos hacia abajo, es mejor tener controlado los pasos que hay que dar en la pista inclinada, pues calcular mal las distancias nos puede costar un resbalón en esta carrera hacia la cima. Trepemos con decisión y pisando con fuerza las presas de la pared.
El invierno llega a su fin y los vikingos, como buenos guerreros, ya preparan sus mejores armas y barcos de cara a poder saquear cuanto antes nuevos destinos. ¿Pero a qué viene tanta prisa? No somos el único clan vikingo dispuesto a saquear otras ciudades, de ahí que tengamos que hacer lo que esté en nuestra mano para adelantarnos y arrasar con ellos si fuera necesario.
Un juego que apuesta por mas gestión y duración en una mecánica más dedicada a fillers o juego familiar. Cada jugador controlará un clan vikingo con el que producirá barcos y armas para incursionar en busca de nuevas ciudades que saquear. ¡No dudéis en destruir a los clanes que se entrometan en vuestros planes, pues solo en la batalla se alcanza la gloria y solo con la muerte se accede al Valhalla!
Los juegos de dados están de moda... y todos refritos de versiones de juegos de mesa antes vistos. No suelo confiar en las segundas partes pero en esta ocasión, algo me decía que podíamos estar ante un buen juego... ¡veamos qué tal! En este juego tenemos que construir nuestra galaxia sin olvidarnos de que es una carrera contra el resto de jugadores.
¿No os ha pasado nunca eso que estás diseñando una versión de cartas de "Puerto Rico" y te lías, te lías y acabas poniéndole unas ilustraciones de libro de Asimov y petándolo? Eso es porque no sois Tom Lehman. "Race for the Galaxy" lleva ya años en los puestos más altos de los juegos más jugados y valorados aunque, si os soy sincero, a mí siempre me ha parecido increíblemente aburrido.
Nuestro objetivo es crear una ficha de un personaje de rol lo mejor posible. Para ello usaremos dados de seis caras y tendremos que cumplir patrones y sumas de números recomendados en las características. Competirás para crear el mejor aventurero de fantasía que jamás haya existido, preparando a tu personaje para embarcarse en una búsqueda épica.
Estamos ante un juego de gestión de dados que evoca las clásicas creaciones de hojas de personaje en juegos de rol. Para preparar una partida, tendremos que meter todos los dados en la bolsa y lanzar uno para elegir al jugador inicial. Posteriormente cada jugador elige una raza, coge cinco monedas de la reserva y se preparan las cartas de iniciativa, poniendo una moneda donde lo indique.