1289. Para fortalecer las fronteras del reino de Francia, el rey Felipe, el Justo, decidió que se construyese un nuevo castillo. En estos momentos, Caylus es sólo un humilde pueblo, pero muy pronto los albañiles y los artesanos llegarán en tropel, atraídos por las buenas perspectivas de trabajo. Alrededor del lugar de construcción del castillo, lentamente, está creciendo una ciudad...
En este juego de mesa de William Attia los jugadores toman el papel de supervisores de las obras necesarias para la construcción de un nuevo castillo para el rey Felipe. Para conseguir sus metas deben gestionar adecuadamente su dinero, los recursos disponibles y, sobre todo, desarrollar la economía del pequeño pueblo que se extiende a los pies del lugar de construcción. Por supuesto los agentes reales, el alguacil y el preboste, mantendrán bajo vigilancia los progresos de las obras.
Aclamado por la crítica y por el público, y con varios premios internacionales "Caylus" es para muchos uno de los mejores juegos de mesa de tablero complejo existente en el mercado actualmente.
2005
Colocación de trabajadores | Configuración variable | Orden de turno pasable | Orden de turno por demanda | Programación de acciones | Propiedad
Los jugadores toman el papel de maestros de obras, que cuentan con seis trabajadores, recursos y algo de dinero. Éstos serán los encargados de hacer crecer la ciudad y de ir construyendo al castillo a lo largo de las rondas. El juego contiene un tablero que representa la ciudad donde vamos a ir colocando nuestros trabajadores para ir aumentando el pueblo e ir haciendo crecer el castillo.
Todo estaba preparado. Los maestros constructores ansiosos para empezar las construcciones y ganarse el prestigio y los favores reales de Felipe IV. Rojo y azul empezaban su andadura tanteando un poco a ver qué estrategia iba a emplear cada uno. El principio fue lento y más de recaudación de bienes que de buscar ampliar castillo. Se estaban estudiando.
Dicen los expertos en catástrofes que, si hubiera un apocalipsis nuclear que dejara la Tierra inhabitable y desolada, cuando el humo de los incendios y las explosiones se disipara, al final, entre las ruinas, sólo quedaría este juego. Algunos juegos de mesa habrían muerto instantáneamente al lanzarse las primeras bombas. Otros habrían ido desapareciendo poco a poco.
Un juego de tablero de gestión de recursos para dos a cinco jugadores en el que tendremos que convertirnos en el maestro de obras con más prestigio de todos mediante la edificación tanto del castillo, como de los edificios que van apareciendo a lo largo del pueblo, que pronto será ciudad.
Lo primero que haremos será expandir el poblacho actual, con cuatro muertos de hambre en tenderetes, hasta transformarlo en una urbe con su especulación y su trapicheo, aunque conociendo al preboste, lo de el mangoneo era algo que ya les venía tocando. Es abstracto, sí, pero el rollito del castillo y demás pues hace que no sea tanto.
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