En la Edad Media las intrigas y conspiraciones eran incluso más importates que la guerra para alcanzar el poder.
"El Grande" es un juego de mesa diseñado por Wolfang Kramer y Richard Ulrich ganador entre otros premios del Deutscher Spiele de 1996 o el Spiel des Jahres también en 1996.
Los jugadores son Grandes en la España medieval. Cada uno quiere aumentar su influencia tanto en la corte como en la regiones.
"El Grande" tiene un grado de emoción estratégica por el que debes estar adaptándote continuamente al movimiento de los demás jugadores.
Por tanto un jugador que haya estado atento y haya sabido adaptarse a cada momento tendrá siempre las de ganar, cosa que resulta difícil en el juego conforme todos los jugadores aprenden.
1995
Control de áreas / Mayorías | Draft de acciones | Draft de cartas | Gestión de mano | Memoria | Movimiento de áreas | Oferta de orden de selección | Orden de turno basado en estadísticas | Orden de turno progresivo | Selección simultánea de acciones | Subastas
Aunque posteriormente hayan salido ediciones que incluyen diversas mini expansiones y variantes, la versión original del juego sigue siendo un referente en los juegos de mayorías. En todo momento estás atento a los movimientos: tanto tuyos como de tus rivales.
Un buen juego de mayorías, pero que para mí se ha quedado un poco viejo. A pesar de eso, tiene cosas muy interesantes: la apuesta al principio para decidir el orden de turno, combinada con la cantidad de piezas que vas a ganar; las acciones disponibles para los jugadores;...
Probablemente no haya un juego al que haya echado más partidas que a éste. Pero habían pasado más de cinco años desde mi última partida, así que he vuelto a jugarlo para saber si realmente estamos ante un clásico de los juegos de mesa o simplemente un gran juego de mayorías. Los jugadores representan a los grandes de España.
Representamos a Grandes de España que pelean por el control de las distintas regiones de la península mientras el Rey se pasea por sus dominios echando un ratejo aquí y haya (hay cosas que han cambiado poco). A nuestra disposición tenemos caballeros que mandaremos a cada región, siempre limítrofes con el Rey, si antes hemos podido reclutarlos de las provincias a nuestra corte.