Eres espía, pero de los que se sacaron el título haciendo cursos de C.C.C., de los chungos. No sabes cómo, pero te acabas de despertar en medio de cualquier sitio, rodeado de gente pero sin la más remota idea de cual es tu paradero... ¿Serás capaz de llegar a la conclusión de dónde estás sin que los que te rodean se den cuenta de que eres un espía?
Los juegos de dados están de moda... y todos refritos de versiones de juegos de mesa antes vistos. No suelo confiar en las segundas partes pero en esta ocasión, algo me decía que podíamos estar ante un buen juego... ¡veamos qué tal! En este juego tenemos que construir nuestra galaxia sin olvidarnos de que es una carrera contra el resto de jugadores.
No tienes tiempo para jugar, pero te mueres por una partida. Además hace calor y ves esas losetas heladas y... ¡qué narices! ¡Vamos a darle a estos pingüinos! En este juego de lo que se trata es de comer. De comer tantos peces como puedas durante la partida. Antes de comenzar el juego tenemos que distribuir las losetas formando el tablero sobre el que jugaremos.
La Segunda Guerra Mundial es una época que me apasiona. Y no porque haya leído mucho sobre ella (algún día pondré remedio), más bien es por el cine. Películas como "La lista de Schindler", "Malditos Bastardos", "La vida es bella", "El pianista", "Salvar al soldado Ryan", "Cartas desde Iwo Jima"... la lista es interminable. En juegos de mesa también encontramos muchos juegos ambientados en esta época.
El sultanato de Naqala está en juego. Cinco tribus pueblan las losetas del juego. Ejerce tu influencia para gestionarlas y convertirte en el nuevo sultán. En el tablero modular construido por losetas, descansan cinco tribus representadas por meeples de cinco colores diferentes. El objetivo del juego es gesionar esas tribus a través de movimientos para hacerte con el mayor número de puntos de victoria.
Siete maravillas del mundo, siete civilizaciones y hasta siete jugadores que podrán gobernarlas, explotar sus recursos, construir maravillas y alzar su poder militar para salir victoriosos. En este juego de lo que se trata es de desarrollar la civilización que te haya tocado gobernar de la forma más provechosa posible. Para ello y a través de tres rondas correspondientes a tres eras históricas, los jugadores jugarán sus cartas de forma simultánea.
La isla de Tobago encierra muchos misterios y tesoros que los jugadores están a punto de descubrir. Poned la banda sonora, dadle al play y... ¡que comience la aventura! En este juego, de lo que se trata es de ir con tu ranger a buscar tesoros, encontrarlos y hacerte con el botín más grande al final de la partida. Para conseguir esto, tendremos que pasar por una serie de fases.
Éste es un juego familiar de programación ambientado en el lejano oeste en el que tendremos que disparar y robar el botín más alto para hacernos con la partida. El juego se desarrolla dentro de un tren de mercancías, que por otra parte, quizá sea lo mejor y más original del juego... veamos por qué. Va de hacer el bruto, el bestia.
El rey loco Luis II fue un rebelde de su época. Era un soñador y su única obsesión era crear un mundo de castillos donde vivir su vida, alejado de las intrigas de palacio. Y así lo hizo. Su sueño le costo la ruina y el exilio a uno de sus castillos, pero gracias a su "locura" el rey Ludwig nos dejó algunos de los castillos más impresionantes del mundo.
En este juego nos ponemos en el papel de constructores que especulan todo el tiempo con los terrenos del reino. Podemos expropiar casas, derrumbarlas y volver a construirlas unos metros más allá. Además edificando en los terrenos, teniendo en cuenta los tres objetivos que hayan salido al principio de la partida, ganaremos pepitas de oro.
Lo primero que quiero hacer es dar las gracias a los diseñadores del juego por prestarme una copia para reseñarlo. La experiencia fue buenísima porque pude ir a la presentación que hicieron del juego y la verdad es que poder escuchar la explicación de las reglas y algunos comentarios más que surgieron durante la partida: fue súper interesante.
Vender y cambiar mercancías: un camello por dos telas. Dos telas por dinerito. Luego me hago con más camellos y los cambio por gemas preciosas. Tela barata, camello bueno, bonitas pieles, mucha plata. Vendo barato, barato. Yo mercader bueno. Tu compra a mi mercancía buena. ¡Vamos a verlo! Este juego va de comprar, vender e intercambiar mercancías.
Éste es un juego sólo apto para valientes piratas que estén dispuestos a perderlo casi todo, por un buen barco que gobernar. Y es que éste es uno de esos juegos cuya mecánica más atractiva es el "push your luck". Vamos a verlo. Este juego va de piratas. De piratas que tienen que ir cada día al puerto para ver qué se cuece. Porque para conseguir ganar, tendemos que realizar expediciones.
En este juego nuestro objetivo es construir un reino potente, con un puerto para que atraquen los barcos, con castillos, con granjas llenas de animalillos,... Haciendo ésto iremos ganando puntos de victoria durante toda la partida. El que más puntos tenga al final, será el ganador. El juego está compuesto por un tablero común donde están localizadas las losetas que podremos ir adquiriendo y un tablero individual.
Buscar financiación, excavar, exponer en el museo, despertar el interés de la gente y vender entradas... En este juego no delegas, te conviertes en un arqueólogo multidisciplinar con más trabajo que el callista de un hobbit. Tú te lo guisas, tú te lo comes. ¡Vamos a ello! Va básicamente de ser mejor arqueólogo que el resto y de saber gestionar bien tu museo.
No tiene nada del otro mundo, no tiene un tema que se pueda decir "integrado" en las mecánicas, no tiene una portada espectacular ni suele llamar la atención... pero es este juego. Y con eso queda dicho "casi todo". De lo que se trata es de ganar más puntos que el contrario construyendo una ciudad medieval y colocando a tus seguidores en ella.
Campos de arroz, yelmos y budas... Podrían ser vacas, cerdos y gallinas. Pero... ¡da igual! ¡Qué gran juego! El objetivo del juego es conseguir la mayoría de piezas del un mismo tipo. Si consigues la mayoría de dos o tres tipos, ganas automáticamente la partida. Si no consigues la victoria automática, entonces habrá que desempatar.
Vamos manito, ¡apúrale! Me enteré de que en el rancho de Tamaulipas venden unas reses de puritica rasa... ¡Vamos a echarles el lazo no más! Somos un grupo de gauchos que lucha por llegar a ser los más ricos de toda Argentina. Para ello, llevaremos a cabo una serie de rodeos representados por las tiradas de dados en el corralito.
Escondido en las profundidades del infierno, Wu- Feng no ha olvidado nada. Su incesante búsqueda ha dado fruto y ha localizado el receptáculo. La sombra de su antigua encarnación ya se extiende sobre los habitantes del pueblo, que no son conscientes del peligro que se cierne sobre ellos. No hay tiempo que perder. Somos monjes taoístas y nuestra misión es exorcizar a todo fantasma que se ponga en nuestro camino.
¡Pata de pollo al caldero! ¡Puntita de mandrágora, al caldero! Seta morada de los bosques... ¡al caldero! ¿Y qué obtenemos? La poción perfecta para pasar un rato de lo mas divertido con este juego. Quiero empezar diciendo que éste es uno de los juegos que mas me ha sorprendido desde que empecé en esto de los juegos de mesa.
¡Que viene el emperador! ¡Hagamos algo grande! ¡Convoquemos a los mejores arquitectos del reino para construir las tres mejores pagodas que se hayan visto en el mundo! Es un juego para dos jugadores competitivo y al mismo tiempo colaborativo. Pero no es el estilo de juego colaborativo que podéis estar pensando...
Si algún día vas a una tienda de juegos y te pones a ojear las estanterías, seguro que te paras a echarle un ojo a este juego casi sin querer. Llama la atención en cuanto lo ves por muy escondido que esté. Lo siguiente es echar un vistazo por internet para ver los componentes y en cuanto ves al panda sabes que quieres el juego.
Un juego con ese nombre jamás... y digo jamás, puede ser divertido... Además, esa oveja con mirada inquietante en la portada... ¡Qué no, que no... que yo no me compro ese juego! Pero aquí estoy yo, intentando, con la primera entrada de mi recién inaugurado blog, demostrar que el instinto a veces puede traicionarnos. Es un juego de portada fea.