Como maestros alicatadores que somos, llana, cubo y masa en mano, nos ponemos manos a la obra y... A cada jugador se le reparte un tablero personal. Introducimos todos los azulejos en la bolsa de tela. Colocamos las fichas de fábrica en el centro de la mesa dependiendo del número de jugadores. En cada una de las fichas colocamos cuatro fichas de baquelita, al azar, de la bolsa.
La leyenda del senbazuru cuenta, que aquél que consiga hacer mil grullas de origami, verá cumplidos todos sus deseos... Ay, amigos. Pero éso, es sólo una leyenda... ¿O quizá no? El Arte, inigualable. De verdad que esa portada es, brutal. Si obviais la caja, y hacéis como nosotros, con una bolsita de tela, os lo podéis llevar a cualquier parte.