Los componentes son buenos, y escasos; el juego únicamente se compone de ciento diez cartas (de diversos tipos obviamente) y cincuenta cubitos para usarse como contadores de vida, y que son de plástico. Más de un eurogamer se habrá echado las manos a la cabeza al no ser de madera. Yo en general prefiero la madera, pero en mi opinión no desentonan en absoluto.
En este juego nos ponemos en el papel de constructores que especulan todo el tiempo con los terrenos del reino. Podemos expropiar casas, derrumbarlas y volver a construirlas unos metros más allá. Además edificando en los terrenos, teniendo en cuenta los tres objetivos que hayan salido al principio de la partida, ganaremos pepitas de oro.
De nuevo llegamos con un vídeo extra; y es que hace no mucho me vine a enterar de que iban a hacer un lavadito de cara a este conocido juego. Básicamente sólo va a consistir en eso, pero si queréis saber un poquito más... para eso está el vídeo.
En Fantasy Flight Games ya saben que sacar juegos sobre "Star Wars" es lo más parecido a imprimir dinero que pueden hacer. No sólo por el indudable tirón de la saga, sino porque los muchachos se lo curran a base de bien y sacan productos de muy buena calidad. Pero no puede uno evitar un cierto encogimiento cuando ve que han decidido sacar otro juego de batallas espaciales.
Lo primero que quiero hacer es dar las gracias a los diseñadores del juego por prestarme una copia para reseñarlo. La experiencia fue buenísima porque pude ir a la presentación que hicieron del juego y la verdad es que poder escuchar la explicación de las reglas y algunos comentarios más que surgieron durante la partida: fue súper interesante.
Dados, mazmorras y caja en forma de cofre. ¿Qué más quieres, que encima tenga un juego dentro? Es que hay gente que nunca se conforma, ¿eh? En fin, pasa y te cuento, so tiquismiquis. Éste es un juego de la familia de forzar la suerte, como "Dados Zombi" o "Martian Dice", pero en este caso viene con dos tipos de dados distintos: héroes y mazmorras.
Nos hacemos cargo de una de las múltiples razas, con sus habilidades especiales y todo, que incluye esta pequeña gran caja. Al final de la partida la raza con mayor número de puntos será la raza vencedora. La verdad que en cuanto a componentes el juego viene muy completo, muchas razas y territorios, cantidad de minimeeples y todo en caja pequeña. Chapó.
Vender y cambiar mercancías: un camello por dos telas. Dos telas por dinerito. Luego me hago con más camellos y los cambio por gemas preciosas. Tela barata, camello bueno, bonitas pieles, mucha plata. Vendo barato, barato. Yo mercader bueno. Tu compra a mi mercancía buena. ¡Vamos a verlo! Este juego va de comprar, vender e intercambiar mercancías.
Si os digo que éste es un juego de dibujar, pensaréis: "vale, otra vez lo de siempre... uno dibuja algo y los demás a adivinar qué es". Pero no. Si os digo que es un juego de aventuras, pensaréis: "vale, otra vez lo de siempre... cada uno con su muñequito a mover casillas y a tirar dados para matar goblins". Pero tampoco.
Nuestro objetivo será el de conseguir alzarnos con el dominio de la ciudad en una lucha constante mediante nuestros capos y secuaces contra las demás familias para tomar el control de los negocios y barrios emblemáticos de Nueva York. Pero lograr nuestro objetivo de ser la familia más poderosa de todas no será fácil.
Éste es un juego sólo apto para valientes piratas que estén dispuestos a perderlo casi todo, por un buen barco que gobernar. Y es que éste es uno de esos juegos cuya mecánica más atractiva es el "push your luck". Vamos a verlo. Este juego va de piratas. De piratas que tienen que ir cada día al puerto para ver qué se cuece. Porque para conseguir ganar, tendemos que realizar expediciones.
En este juego nuestro objetivo es construir un reino potente, con un puerto para que atraquen los barcos, con castillos, con granjas llenas de animalillos,... Haciendo ésto iremos ganando puntos de victoria durante toda la partida. El que más puntos tenga al final, será el ganador. El juego está compuesto por un tablero común donde están localizadas las losetas que podremos ir adquiriendo y un tablero individual.
Es un eurogame de gestión de recursos y gestión de movimientos y trabajadores salido el pasado año y premiado con el Kennerspiel des Jahres. En el fondo es un euro bastante clásico en el que la eficacia en la administración de todos los recursos es la clave para la victoria, y como novedad aporta un tablero modular sobre el que nos movemos como lo hacemos en un mancala.
Hoy en día los juegos de construcción de mazos nos salen por las orejas, hasta el punto en que lo original es ver un juego que no tenga ese componente. Sin embargo, hace unos años ese mecanismo era un desconocido hasta que Donald X. Vaccarino, después de horas y horas de jugar a "Magic: El Encuentro", pensó: "cómo me mola esto de construir mazos".
Buscar financiación, excavar, exponer en el museo, despertar el interés de la gente y vender entradas... En este juego no delegas, te conviertes en un arqueólogo multidisciplinar con más trabajo que el callista de un hobbit. Tú te lo guisas, tú te lo comes. ¡Vamos a ello! Va básicamente de ser mejor arqueólogo que el resto y de saber gestionar bien tu museo.
"Scrabble" es uno de los grandes clásicos de los juegos de mesa modernos, y una excelente puerta de entrada al mundillo teniendo en cuenta que muy poca gente no ha jugado nunca a él, ya sea en mesa o en versión para móviles. Sin embargo, no es un juego perfecto, puesto que tiene un problema bastante gordo: una vez has jugado contra alguien que se ha estudiado un diccionario para memorizar la mayor cantidad de palabras de dos y tres letras posible, le coges un ascazo terrible.
No tiene nada del otro mundo, no tiene un tema que se pueda decir "integrado" en las mecánicas, no tiene una portada espectacular ni suele llamar la atención... pero es este juego. Y con eso queda dicho "casi todo". De lo que se trata es de ganar más puntos que el contrario construyendo una ciudad medieval y colocando a tus seguidores en ella.
Dicen los expertos en catástrofes que, si hubiera un apocalipsis nuclear que dejara la Tierra inhabitable y desolada, cuando el humo de los incendios y las explosiones se disipara, al final, entre las ruinas, sólo quedaría este juego. Algunos juegos de mesa habrían muerto instantáneamente al lanzarse las primeras bombas. Otros habrían ido desapareciendo poco a poco.
¿Os acordáis de cuando "juego basado en la serie X" significaba "basura para vender en grandes superficies"? Los primeros en romper ese tabú fueron Fantasy Flight Games con su "Battlestar Galactica", y poco a poco hemos ido viendo cómo algunas compañías de juegos se interesaban no sólo en conseguir una licencia potente, sino en contratar a un diseñador de verdad.
Campos de arroz, yelmos y budas... Podrían ser vacas, cerdos y gallinas. Pero... ¡da igual! ¡Qué gran juego! El objetivo del juego es conseguir la mayoría de piezas del un mismo tipo. Si consigues la mayoría de dos o tres tipos, ganas automáticamente la partida. Si no consigues la victoria automática, entonces habrá que desempatar.
Vamos manito, ¡apúrale! Me enteré de que en el rancho de Tamaulipas venden unas reses de puritica rasa... ¡Vamos a echarles el lazo no más! Somos un grupo de gauchos que lucha por llegar a ser los más ricos de toda Argentina. Para ello, llevaremos a cabo una serie de rodeos representados por las tiradas de dados en el corralito.
En 2009, allá por la prehistoria, Justin De Witt publicó "Castle Panic", un juego cooperativo simplote pero resultón al estilo "tower defense" en el que los jugadores tenían que hacer frente a hordas de trasgos, orcos, trolls y demás gentuza y evitar que llegaran al centro del tablero y destruyeran el castillo. Si bien no llegó a los niveles de "Pandemic" ni de "La Isla Prohibida", el juego tuvo como mínimo el éxito suficiente para justificar una expansión.
Así me quedé después de mi primera partida a este juego. Y es que la madre que los parió: en muy pocos juegos he tenido, al terminar, una sensación de agotamiento mental tan intensa como con la última criatura de Czech Games Edition, y la primera (primera, que ahí lo llevas) de Matúš Kotry. Pero claro, alguna pista daba ya desde el principio.
Escondido en las profundidades del infierno, Wu- Feng no ha olvidado nada. Su incesante búsqueda ha dado fruto y ha localizado el receptáculo. La sombra de su antigua encarnación ya se extiende sobre los habitantes del pueblo, que no son conscientes del peligro que se cierne sobre ellos. No hay tiempo que perder. Somos monjes taoístas y nuestra misión es exorcizar a todo fantasma que se ponga en nuestro camino.