En cada turno los jugadores elegirán secretamente y por orden uno de los roles disponibles y posteriormente, en una secuencia preestablecida, podrán utilizar las habilidades del personaje que hayan seleccionado, algunas gratuitamente y otras mediando el pago de unas gemas que hacen las veces de dinero. Por supuesto, el objetivo de todos los personajes es ayudarnos a avanzar en el camino que lleva hasta el templo.
La mecánica es muy sencilla. Una vez barajado el mazo, se entregan seis cartas a cada jugador, que tendrá que mantenerlas en secreto. En cada ronda, uno de los jugadores será el encargado de colocar una de sus cartas, diciendo la frase que elija para ella. Aquí es donde está la chicha del juego.
La isla se halla dividida mediante caminos en regiones de diferentes terrenos, donde pastan libres las ovejas al inicio de la partida. Los jugadores comienzan con un dinero inicial prefijado y en su turno disponen de tres acciones, con las que moverán su pastor por los caminos de la isla, cercando tras de sí las distintas regiones mediante fichas de valla; o desplazarán una oveja entre las regiones adyacentes a su pastor; o podrán comprar "participaciones" de los terrenos adyacentes también al pastor.
La partida dura cuatro turnos y debemos visitar la mayor cantidad posible de poblados para ganar. Nos moveremos de pueblo en pueblo por los caminos, utilizando diferentes medios de transporte (carromatos, balsas, dragones voladores, unicornios, etc.). El tipo de terreno que atravesemos determinará qué tipo de transporte podremos emplear y su consiguiente coste, que pagaremos con cartas.
Éste es un rápido juego para dos jugadores, con posibilidad a cuatro si jugamos por parejas, en el que nuestro objetivo será preparar las mejores tortillas y servírselas a nuestros comensales. Para ello contamos con un porrón de cartas con los diferentes ingredientes de este exquisito manjar: huevos, patatas, cebollas,...
En comparación con meses anteriores, este pasado mes de julio ha resultado un tanto escaso en cuanto a experiencias lúdicas se refiere: tan sólo doce partidas a ocho juegos distintos. Se ha salvado el mes gracias a lo que jugué hace un par de semanas con mis sobrinos (diez partidas de las doce totales). Más quehaceres, más compromisos, el verano, la playa... En fin, ya vendrán tiempos más lúdicos.
La vida pirata es la vida mejor, o eso dicen. Y, aunque cuando uno se pone a leer un poco sobre el tema todo el halo romántico desaparece enterrado bajo miserias, escorbuto y rapiña, ¿quién no ha sentido nunca unas ganas de no sé qué cuando se encuentra con eso de bajel pirata llamado / por su bravura "el Temido" / en todo el mar conocido / del uno al otro confín?
La distribución de las mazmorras, así como el objetivo de cada una de las catorce misiones incluidas, vienen reflejados en el libro de retos. Por supuesto, estos niveles se pueden jugar por separado, pero lo verdaderamente guapo es hacerlos en orden para ir enterándote de la historia.
Cuatro amigos que pasaban unas vacaciones en Soria, decidieron teletransportarse a una isla paradisíaca y jugar a un inocente juego de mesa. Prometía ser una tarde divertida pero con este juego no se ganan amigos; y menos, cuando tienes que escapar, antes de que un volcán entre en erupción y destruya toda la isla. Ésa es la premisa de éste juegazo.
¿Os acordáis de la película "Cube"? Si no la habéis visto, pasaros por el videoclub, pues es muy recomendable. ¿Y qué tiene que ver con esto con este juego? Pues mucho. Tú y tus compañeros estáis encerrados en un cubo que contiene veinticinco habitaciones y la misión es salir con vida del cubo. Digo con vida, porque no esperes un salón de billar o un jacuzzi detrás de la puerta.
Nada más y nada menos que Venecia y sus canales. Ésta es la temática escogida por el afamado diseñador en un juego cuyo objetivo es obtener más influencia que el resto de tus nobles adversarios, en cada uno de los seis barrios de los que consta el tablero. ¿Te atreves a ser el capo de Venecia? Mediante la gestión de cartas y la compra de edificios.
"Nunca pensé que fueras así de malo". Quien dice esto con cara de malas pulgas es Afri, la novia de mi amigo Sebastián, tras jugar una partida a este juego. Y es que en este juego, los adorables animales tienen que salvar su pellejo pescando el mayor número de peces antes de que se derrita el hielo del Ártico, y claro, para eso es inevitable provocar que se caigan antes tus queridos amiguitos.
Todos los jueves por la tarde, recibo el mismo whastapp de mi amigo Chemaster: "Twilight Struggle". Es la llamada de la selva para otra mítica noche de vicio. Y es que llevamos semanas enganchados al que probablemente sea uno de los mejores juegos de mesa que se haya creado nunca. Es un juego de mesa para dos jugadores y sin duda un fijo en mi top cinco.
Decían los abanderados de la posmodernidad que todo está inventado ya, que crear algo nuevo es imposible y lo único que nos queda es jugar con lo que ya tenemos, abandonarnos al pastiche y la reinterpretación. Algo parecido debió pensar Marc André cuando creó Splendor: ¿para qué complicarse la vida intentando buscar mecanismos novedosos o formas sorprendentes de mover cubitos y conseguir puntos de victoria?
Un juego de cartas donde el objetivo es defenderse y atacar a tus enemigos sin perder el honor por el camino. Un juego bastante sencillo de aprender (primo hermano de "BANG!") donde cada jugador tendrá un rol (shogun, ninja, samurái o ronin) y tendrá que finalizar con más honor que sus temidos adversarios. Cada uno de los jugadores recibe un personaje con una habilidad y una carta de clase oculta.
Unos de nuestros preferidos para dos jugadores. En este juego, encuentra el tesoro perdido, tendrás que meterte en la piel de un pirata y descubrir el tesoro antes que tu oponente. Cada jugador es el capitán de un barco pirata que navega rumbo a Martinica para encontrar el tesoro perdido. El jugador que consiga desenterrar el tesoro perdido será el ganador.
El objetivo global es adquirir y conservar el mayor número de muestras de la fauna y la flora. El tiempo mientras lo estás jugando se pasa volado porque captura tu atención tanto a un nivel abstracto (razonamiento estratégico) como a un nivel narrativo (imaginación de la historia). Además siempre tiene un arco de desarrollo perfecto, cada vez más emocionante.
Estaba cantado: si juntas la pasión de la gente por tirar dados, por coleccionar cosas y por Marvel, un producto que uniera esos tres elementos y, además, a bastante buen precio tenía que petarlo. Todo el mundo lo vería, ¿verdad? Bueno, pues en Wizkids no lo vieron. O, como mínimo, pensaron que iba a ser un éxito, pero mucho menor.
Éste es un juego de tablero y cartas, de tres a cuatro jugadores a partir de diecisiete años y está inspirado en la serie de televisión del mismo nombre. Su variado sistema de juego refleja muy muy bien el espíritu de la serie, ya que cada uno de los jugadores es Dominus de su casa en Capua y tendrá que conseguir lograr más importancia que los demás.
Hace un tiempo, cuando salió la campaña y posterior publicación de este producto, hubo un cierto revuelo en algunas redes sociales y foros acerca del tema, las ilustraciones y el modo de abordarlo. En cuanto a este asunto ya hablé en su momento y, la verdad, no me preocupé más por ello. Por lo poco que había visto del producto me parecía algo mediocre.
Antes de nada aclararos que sentimos especial devoción por los juegos de dos jugadores. De ahí nuestra emoción al recibir y probar este juego que siempre sale a colación cuando preguntamos por buenos juegos para dos. Sin embargo, nos ha decepcionado bastante. En total han sido dos partidas, tan tediosas, como tragarse una carrera de Formula 1 este año.
Pocos juegos modernos tienen peor fama en el mundillo que éste, y si sale el nombre en una conversación, siempre habrá alguien dispuesto a contar su historia de terror de partidas interminables o jugadas sin sentido. Por otro lado, estamos hablando de una franquicia de más de diez años que nunca ha dejado de producir expansiones, spin-offs y demás.
"Mejor pasearlo que desearlo", me dijo Julito "Ponzoñas" al preguntarle si llevaba un jueguito de mesa para después de la final de la supercopa. ¡Y se obró el milagro! Después de varios meses intentando ver mesa y acompañados de Ricky "Rookie" y "Mr. Ralentí" Franciscan, nos pusimos manos a la obra. Había muchas ganas de probar este juego y no defraudó.
Éste es un divertidísimo juego de cartas para dos jugadores en el que tendremos que conseguir más puntos de victoria que el rival. Para ello contaremos con una serie de cartas de persona y de edificaciones que desplegaremos para usar sus habilidades. Hasta aquí todo normal, pero es en su original sistema de juego en lo que radica gran parte de su encanto.