Un juego donde mediante la gestión de dados, colocación de trabajadores y set collection intentaremos hacernos un hueco en la historia de los exploradores. Para preparar la partida, colocaremos el tablero en el centro de la mesa, los marcadores de puntuación en el track de puntuación y las de energía en su zona. Las fichas de caseta, encima de la zona indicada.
Si sois conocedores de todo ese mundo muy probablemente disfrutaréis mucho más de toda la ambientación y personajes que aparecen en la cartas. Para empezar debéis tener claro que estamos ante un juego cooperativo, si lo vuestro es competir siempre podréis intentar ser quién más criaturas derrote o cualquier chorrada que queráis inventaros.
Con unas reglas muy sencillas y una duración más que ajustada, con una puesta en mesa muy visual y muy apto para introducir a nuevos jugadores a este género dentro de los juegos de mesa. aquí los jugadores se ponen en la piel de diferentes razas, cada una de ellas con sus propias habilidades, tenemos un total de trece, así que ya podéis imaginar la buena rejugabilidad.
Tendremos que ir añadiendo pizcas a nuestro caldero para conseguir la mayor cantidad de puntos de victoria y dinero en cada ronda, mediante el sistema de "bag building". Se reparte un caldero a cada jugador, además de una ficha de gota, otra de rata, el vial de su color, y un rubí. Cada uno coge una bolsa de tela y la rellena. Se coloca el tabero de puntuación.
Seremos los encargados de llevar a nuestros colonos (cubos), desde la Tierra (reserva) hasta Marte (cartas de infraestructuras), pasando, claro está, por nuestra nave de carga. En cada turno, el jugador dispondrá de cuatro cartas, dos en la mano y dos en la mesa, y tendrá que jugar una y realizar la acción correspondiente. Cada carta tiene una acción diferente si se juega desde un lado u otro, por lo que es importante saber de dónde se juega.
Pensábamos que robar el dispositivo "del fin del mundo" iba a ser una cosa sencilla, pero... Resulta que no somos los únicos que queremos hacerlo. Es un juego que recuerda mucho al "Tres en raya", pero con una vuelta de tuerca que lo hace mucho más interesante y divertido. Un juego divertido en una cajita pequeña. Se puede sacar a cualquiera en cualquier situación.
El ganador será aquel jugador que consiga quedarse sin cartas primero, como es un juego muy rápido se juegan varias rondas y se anota en un papel las puntuaciones negativas que cada jugador hace, al final de tres rondas quien tenga menos puntos negativos será el ganador. La baraja esta formada por varias cartas numeradas del uno al cinco.
Chavalería, hoy os traigo la reseña de uno de mis fillers favoritos. Veamos qué nos aporta este "push your luck" de piratas del amigo Alexander Pfister.
Hoy os traigo la reseña este juego, originalmente de la editorial original Asmadi Games, pero editado recientemente en castellano por Tranjis Games. Es un filler abstracto de cartas en el que los jugadores se van turnando para llevar a cabo una acción con una máxima: al final de tu turno debes ser el que vaya ganado con la regla vigente.
Me esperaba muchísimo de este juego, y quizás por eso se me quedó muy corto. Las mecánicas son sencillas (a pesar de que el manual no es muy claro en algunos aspectos), y las partidas rápidas, tanto que se hacen cortas. Si a eso le sumamos una sobreproducción desmesurada, que encarece el juego, hace que salga poco a mesa. Se podía haber hecho lo mismo, con otros componentes.
Una tormenta nocturna ha arrasado con todo lo que teníamos y nuestros animales se han dispersado. Es hora de ponerse a trabajar y recuperar lo perdido. Estamos ante un "roll & write" muy particular, donde tendremos que rescatar animales y reformar nuestro rancho, tirando dados. Cada jugador recibe una hoja de rancho (dividida en rediles identificados por letras).
Siendo enanos nadie puede dudar de nuestra habilidad cavando túneles y descubriendo tesoros, pero... ¿es mejor hacerlo solo? ¿O dejarnos ayudar? Siempre podemos sabotear a nuestro compañero y romperle una linterna, o quitarle el pico... Y quedarme con todo... Si has jugado a la versión normal, se te puede quedar pequeño.
¿Os imagináis tener el placer de ser uno de los expertos artesanos que plasme su vidriera en la Sagrada Familia de Barcelona? Este es el punto de partida de este juego, un abstracto que implementa de forma magistral la mecánica de draft (de dados) con la creación de patrones definidos. En un turno, el jugador coge los dados sin mirar (dependiendo del número de jugadores), y los lanza.
El juego se desarrolla a lo largo de varios rondas, entre doce o quince, dependiendo de la estrategia de cada jugador. Al principio de cada ronda el jugador inicial escogerá uno de los cinco posibles personajes, haciendo su acción asignada y aprovechándose de un benefició asociado a ese personaje por haberlo elegido.
El juego consta de dos fases diferenciadas, en la primera se subastarán las cartas de propiedades, hay treinta y tienen un valor del uno al treinta, en la segunda se subastarán las cartas de cheques que tienen un valor desde cero hasta quince millones de dólares (hay dos copias de cada una y también hay treinta en total).
Se convierte en un magnifico juego para toda la familia. De pequeño recuerdos largas horas jugando con mi hermano a buscar parejas en una cuadricula de veinte por veinte, creerme que por esa epoca hubiese matado por tener este juego en mis manos, porque me lo habría pasado genial. Una de las virtudes de este juego son sus modos de juego.
Las incesantes guerras y conflictos internos están arruinando al estado y a los ciudadanos por igual... Así nos adentramos en un juego en el que nos pondremos en que intentaremos invertir nuestros bienes para hacernos con los mejores senadores. Un juego de mecánicas clásicas pero con una vuelta de tuerca que hace que sea más interesante.
Éste es un juego muy sencillo, tiene muy pocas reglas, éstas son sencillas y se explican muy rápido. Los jugadores tienen que encontrar a tiempo real, no existen turnos, lo que se conoce como "sets" que no son más que grupos de tres cartas que coinciden o difieren en todas y cada una de sus características analizadas por separado.
La explicación del juego no dura más de cinco minutos y el despliegue en la mesa es mínimo, convirtiéndolo en un excelente juego de viaje todoterreno. El objetivo principal del juego es ir coleccionando sets, y como en la mayoría de juegos de este estilo el ganador será aquel jugador que al final de la partida haya conseguido más aciertos.
Para preparar una partida, separamos las cartas por color de su trasera, y dejamos el mazo de subastas en el centro de la mesa. Se colocan las cartas de barco dependiendo del número de jugadores, boca arriba, y las pequeñas de barco, al lado. Se crea una reserva de monedas y a cada jugador se le entrega cinco monedas falsas y una cantidad de monedas dependiendo del número de jugadores.
La idea, resolver el caso utilizando menos pistas que el propio Holmes. Para ello dispondremos de un mapa de Londres, una guía telefónica, unos periódicos y un libro de pistas. Si te gusta Sherlock y los juegos de resolver misterios, en cualquiera de sus versiones, es imprescindible. Un juego sencillo en cuanto a mecánicas pero muy, muy complicado de resolver. Inmersivo, con una excelente naracción y un arte espectacular.
Ya en su día fue merecedor de buenas palabras, muy probablemente la llegada tardía a nuestras tierras de este juego es debido a la gran cantidad de texto necesario de ser traducido y porque es un juego bastante peculiar, el que hace unos años probablemente no hubiese salido rentable ya que la afición no estaba tan extendida.
Cada jugador recibe un peón representativo, tres monedas de oro y un par de lámparas para alumbrar la oscura cueva. Uno de los jugadores tendrá que hacer de guardián de la cueva, se escudará detrás de su biombo y distribuirá los tesoros por el interior del laberinto sin que los otros jugadores lo vean.
Tendremos que tentar a la suerte para coleccionar fichas de cada color. Preparar la partida es súper sencillo. Sólo tenemos que poner boca abajo todas las fichas en el centro de la mesa, y colocar tres de ellas boca arriba. Se elige un jugador inicial, y listo. La partida termina cuando uno de los jugadores consigue siete fichas de cada color en su zona.