El arte es estupendo y aparentemente el cartón es de buena calidad. Estamos ante un juego en el que el objetivo es conseguir más puntos que nadie. No será fácil, pero la recompensa lo merece: ser el rey. Una vez creamos el mapa (que cambia en cada partida) cada jugador va colocando sus unidades iniciales por el tablero procurando que estén colindantes a los lagos ya que esto nos dará cierta ventaja.
Eres un influyente barón que prospera en los límites del imperio. Recluta ejércitos de caballeros para expandirte a tierras más fértiles. Protege tus fronteras construyendo impresionantes ciudades y fortalezas inconquistables. Demuestra tu supremacía, alardea de tu poder y conviértete en rey.
Volvemos de nuevo por estos lares a hablar de un juego que no es mío y que por eso, como es habitual en las ocasiones en las que un amigo se viene con su juego a grabar, no os voy a dejar ni unboxing, ni tutorial. Aunque tampoco creo que haga mucha falta ni lo uno ni lo otro puesto que es del 2004 y por un lado son sólo cartas y por otro... con el gameplay os va a quedar más que claro el funcionamiento del mismo.
Estamos ante un juego con el que el mero hecho de darle una visual ya va a suponer una delicia total para muchos de nosotros. Y es que le han dado ese aire ochentero típico de cualquier videojuego de carreras de nuestra infancia. Eso sí, tratado con mucho mimo y si no... fijaos en ese sanote Toro de Osborne. Por otro lado incluso los dados tienen el adorado toque pixelado.
Con la ayuda de los piratas más peligrosos del mundo, Roth se dispone a mandar al conde vampiro Noctilus a una tumba acuática. Pero el conde cuenta con sus propios aliados, cada uno de ellos a la cabeza de un gigantesco barco de guerra. Así comienza nuestro viaje... si os atrevéis a embarcaros en este juego de mesa.
Un juego que al abrirlo vemos que necesita de un montaje serio... no puede conformarse con una simple y superficial visual. Es por eso que tras montar todo lo que traía la caja e inventarme un sistema da cajones para guardarlo, he decidido haceros un nuevo vídeo para que veáis cómo ha quedado el resultado.
Admito que me dio algo de reparo comprármelo porque vi bastantes reseñas y comentarios realmente malos sobre el mismo y... bueno, no son tres pelas las que uno se iba a dejar en él. Pero como soy cabezota y algo me decía que el juego era justo lo que pensaba que era... lo pillé... ¡Viva la cabezonería!
Visualmente es una obra de arte (más aun si lo pintáis). Los materiales en cuanto a cartas y tapete, aparentan de calidad... aun así como es una delicia de juego he decidido enfundar las cartas para evitar futuros problemas. Los barcos siguen la misma línea de detalle y calidad, que viene a ser bastante buena.
El reglamento es de esas cosas que te pueden terminar echando para atrás del juego porque parece tener más reglas que una fórmula de Newton. Prueba de que aprenderlo no va a ser una tarea fácil es que gente enseñando este juego... a porrón, pero gente explicando por escrito o vídeo el cómo se juega... Voy a seros francos, el juego es un pasote, pero echarlo a andar es peor que un dolor de muelas.
Una megacaja con un arte y un cartón alucinantemente bueno, nos esconde un montón de chismes en su interior. Estamos ante el que, para mí, es el mejor juego de mesa que existe de batallas navales. Tiene suficiente realismo, sin por ello pasarse al lado oscuro de meter tropecientas reglas super complicadas. La única pega es que si no se está acostumbrado...
El juego se puede ver como partidas sueltas o como campaña. Si lo jugáis con esta última idea, tendréis que hacer algunos cambios porque la verdad es que tanto da que gane uno como que gane otro. Es de esos juegos "antiguos" en los que hagas lo que hagas no te vas a llevar nada por ganar, ni te van a quitar nada por perder.
Lo normal sería decir que el juego era una caquita prehistórica. La realidad es que si bien las partidas empiezan siéndolo... una vez pongáis al primer personaje en el puente eso se acaba. En ese punto empiezan las risas, los deseos malvados de que el personaje contrario se caiga, el rezar para que tu pringado no tire la maldita joya al volver del templo,... Aunque no os lo creáis... ¡Os vais a descojonar!
Una vez jugado me mantengo en mis trece de que un juego que tan sólo lleva cartón no puede costar nuevo más de cincuenta euros, pero como dijo aquel hace tiempo: "Al César lo que es del César". El juego está interesante aunque como "novatillo" que soy en este tipo de juegos se me ha hecho más lioso de entender de lo que yo imaginaba.
¿Buen juego? Sin duda; pero como decía un suscriptor: es de esos juegos que tienen la lacra de que llegado a cierto punto de la partida muchas veces sabes que te va a ser imposible ganar y entonces es cuando muchos pensarían eso de "¿Merece la pena continuar?". Personalmente me gusta tener juegos complicados de ganar pero...
Es un juego muy intenso y que tan solo está de paso por mi casa. Me ha costado bastante terminar de pillarlo. No porque sea complicado, sino porque tiene muchas mijitas y siempre algo se te queda atrás. Aun así a cambio y como viene siendo normal por estos lares, si que tenemos su partida ¿Nos irá bien? ¿Mal? Ahhhh ¡Tendréis que verlo!
Vamos a jugar. A ver, a ver,... Yo tengo un reloj, un pollo y dos hamburguesas. Yo con esto estoy feliz. Ahí tengo el taco, aquí la pasta,... Yo voy a descartar la misma, ¿alguien tiene que descartar mucho? ¿No querías la pasta? ¿No la querías tú? Robamos... Yo también tengo tres de ahí, tengo cuatro de aquí, me falta la hamburguesa.
Te toca. Venga. Tengo un reloj. ¿Ya, a mí? ¿Ya has robado? Perrito caliente, fuera. Hamburguesa, hamburguesa,... ¡Pensamos, pensamos, que voy a utilizar el reloj! Venga. A mí me hace falta una patata. Yo tengo patata que te puedo dar. ¿Una patata nada más? Me descarto... intercambio dos cartas... Recuperamos cartas, ¿recuperas?
¡Que yo no me he descartado antes! ¿Quién va...? Pues debo de ir yo seguramente... ¡taco fuera! Sí, venga, taco fuera. Robamos. Me falta sandwich, ¿alguien tiene sandwich? Yo tengo sushi, pizza y patata... yo tengo esto, ¡y bebida! Me falta un helado. Yo voy a por este. Yo tengo este todo, me falta el helado. Intercambia dos cartas con un jugador.
Lleva al motor hasta sus límites, negocia las chicanes, pégate a la rueda de tus rivales y aprovecha su rebufo para ponerte en cabeza... Tendrás que asumir riesgos por anticiparte si quieres estar entre los mejores pilotos y subir al podium. De nuevo estamos ante un juego que no requiere demasiada preparación. ¿Estamos listos?
Una vez empieza todo, es importante saber que sólo podrás subir/bajar una marcha por turno (Lls marchas te permitirán tirar un dado que haga que avances más o menos) y que en caso de necesitar más... será a costa del cambio de marchas. Si te cargas el coche ya sea por él, por el motor, las ruedas,... ¡Estás fuera!
Estamos ante un juego de gestión de tiradas, de ser previsores y en el que las curvas son tremendamente importantes. Tanto es así que cada curva requiere de un número mínimo de paradas (cuenta como parada el momento en el que terminas tu movimiento a final de turno) y si no lo haces... vas mal... muy mal. Al principio cuesta pillarle un poco el tranquillo, pero tranquilos que eso no dura mucho.
Para hacer una buena carrera... siempre es bueno probar antes el circuito, conocerlo y ver qué tal se porta nuestro bólido en los distintos tramos ¿Saldremos de una pieza de ahí? Para las dimensiones que ocupa desplegado, todo llega en una caja de bastantes buenas dimensiones, resistente y con un arte muy llamativo.
Pues vamos a echar una partida. Yo juego como la sombra, y aquí mi amigo como los pueblos libres. Es complicado, pero se intentará revivir la película otra vez... a ver qué pasa. Música de ambientación haciía falta. Estamos empezando ya la primera ronda de juego, el turno. Hay que añadir los dados que jugamos (de la ampliación, claro).
Fase de la comunidad... Yo no voy a mover la comunidad, no la declaro, pero sí voy a mover el guía. Por lo tanto, por cambiarlo, sigo teniendo el mismo dado porque los requisitos se cumplían en la anterior fase. Y el guía que puedo cambiar, que tenga el mismo nivel que Gandalf es Trancos, y tengo ahora en cuenta su habilidad de dados.