Para variar, una vez hemos extendido el tablero, toca colocar las tropas sobre él. El problema está en que como ya os he comentado el juego tiene dos modalidades y cada una de ellas tiene su propia preparación inicial. Es más... para la versión starwarniana, según el número de jugadores también varía. ¡Qué fácil eh! La verdad es que sí lo es porque tan sólo hay que fijarse en una tabla.
Para la vivencia del lado oscuro/luminoso de la fuerza el set up inicial siempre va a estar descompensado hacia el lado Imperial, al que le siguen los Rebeldes y por último los Hutt. Y cuando digo descompensado, digo descompesando: tanto en número de tropas, como en cantidad de planetas a ocupar al inicio.
El turno de los jugadores viene a ser como el del juego clásico con unas pequeñas modificaciones y cuando llega el final del turno imperial está el añadido de que podemos mover la Estrella de la Muerte con las posibles consecuencias que eso pueda tener. Por otro lado en este juego también añaden que además de reclutar tropas, podamos pillar naves que nos den bonificaciones.
Yo soy el negro, ¿vale? Pues yo lo primero que voy a hacer es comprar esto. ¡Nos ha engañado! Nos ha engañado pero bien. ¿Y eso no vale como acción? Sí, es una acción, pero a cero coste. Y la otra... voy a comprar una que es de tres, pero como me he comprado la de cero y me vale uno menos... Empiezas ya aplastando, ¿no? Y eso, ¿qué hace?
No sé qué hacer... Venta, esto allí, subo, ¡dame! Uno y dos, y... Yo vendo esto y ahora muevo: uno y dos. Si yo hago esto, que es un movimiento, ¿no? Se descubre, pero lo has perdido. Bueno, pero puedo elegir otra cosa: compro, porque ahora empiezo desde ahí. ¡No! Esto te da dos puntos de victoria al final. ¡Ah! Tú decides. Sí, pero... cuando empieza, puedo empezar desde ahí, ¿no? No.
No lo daban como opción, es que es muy raro... Si tiene que haber algo raro, me pasa a mí seguro. ¿Cogemos una moneda cada uno? Es que así él puede gastar una acción en comprar. Hombre, yo si subo una moneda tengo que poner un muñeco. Igual que él. Esto no tiene sentido. Y si no, incoporamos un muñeco más o yo qué sé, algo. ¡Claro!
Un buen juego para hacer cuentas y con eso sin más azar que lo que decidan el resto de jugadores... ganar o perder. Cada jugador comienza con un panel en el que irá construyendo los edificios que tiene intención de colocar posteriormente en los distintos distritos. Además cuenta con cinco monedas que le permitirán hacer uno o varios pagos para ir reservando zonas.
En este juego lo importante es la supremacía. Tanto es así que por distrito sólo puntuarán aquellos dos jugadores que hayan logrado sacar más puntos. El resto... Resulta importante saber que esas puntuaciones no se logran por el número de edificios, sino por el número de plantas que tengas en el lugar...
Sólo podremos construir edificios que tengan como máximo una planta más que el más alto de los que estén en ese cuadrante. Por no hablar de que aquí la estética es muy importante, y si los edificios de la zona tienen los techos curvos, todos tendrán que tenerlos; y si son triangulares igual. Esto es muy peligroso porque hay que ser previsores: cada jugador construye en su propio panel el edificio que crea que luego vaya a poder colocar.
Ábrete camino desde el campamento base de la Alianza Rebelde hacia la Estrella de la Muerte del Imperio Galáctico, donde Darth Vader tiene prisionera a la princesa Leia. Mientras avanzas hacia ella, dispara torpedos desde tu X-Wing para derribar a los defensores de la Fuerza Imperial. El primer jugador que logre rescatar a la Princesa, destruya la Estrella y mande a Vader al espacio, gana la partida...
Yo voy a llevar a los rebeldes; y aquí mi amigo, va a llevar al imperio para intentar encontrar la base. Pues yo voy a probar ya dos cartas de misión. Y te toca a ti asignando líder. A ver, a ver... ¿Has robado una carta de objetivo? De objetivo no. Hay que robar antes una. A ver qué ha salido... Vale. Venga... emprendo aquí la misión ésta.
Voy aquí y me muevo aquí... puedo llevar hasta cuatro unidades: todas puede llevar. ¿Es la base? No. Vale... yo me voy a mover; llevo éste, con un trasnporte cuatro: uno, dos, tres y cuatro. Resuelve esta misión en cualquier sistema que contenga una unidad imperial y en el que no haya una unidad rebelde... Aquí mismo, ¿vale? Vale.
¿Dónde las vais a poner? ¿Allí? ¿El qué? ¡Las cartas! Sí, se pueden poner aquí; y se pueden levantar siguiendo el tablero. Vamos a jugar y vamos a intentar confundir un poco a los samuráis para que no lleguen al templo. Mira si están locos lo fantasmas. A ver qué sale ahora. No sé yo, ¡eh! Habéis cogido cuatro cartas, ¿no? Yo no las había cogido.
Una flecha es controlable. Cuando pones las dos flechitas, ¿qué puedes poner? Una más. Y donde tú quieras. Pero la carta la ejecuto con esto y ésta la pierdo, ¿no? Claro, esa la pierdes y usas otra. Osea, que meto eso y... La puedes meter donde quieras. ¡Espérate, espérate, espérate! Lo que altera es la línea de ejecución de la carta.
Ahora te vuelvo a girar. Pues yo giro... Muy bien. Están todo hay, ¡familia! Y yo vuelvo a girar. Quizá tenía que haber puesto otra carta entonces... Bueno, nunca se sabe. Amarillo para atrás. Qué raro, ¿no? Espérate un momento, que ya me estoy yo confundiendo... La noche te confunde, ¡los kodamas te confunden! Es que siempre me saltas.
Lo estaba viendo venir. A ver... Uy qué cosa más rara, a saber lo que va a hacer. ¿Cómo que quedo yo...? Ésta ha sido la ronda más rara de todas. Te toca, yo ya he puesto la segunda. Vale, vale... Hay que levantar, eso es. El negro y el amarillo. Amarillo para atrás y rojo para adelante. Ya está, no hay más que hacer. Ha sido un turno rápido.
Tenemos cada uno un color. Yo creo que sí... ni me he dado cuenta. Es que como nos hemos dado cuenta de que cuando llegue uno se acabe el juego y va por puntos... La cosa es: ¿qué interesa más... que no llegue nadie o que llegue uno que no es el tuyo? Ahí está, porque yo creo que no vamos a tener ninguno de nosotros tres. Es que no avanzamos.
Sólo había un problema: el precio se me antojaba excesivo para un juego que me generaba muchísimas dudas. Siempre digo que tiempo al tiempo y... en esta ocasión volví a tener razón: una muy buena oferta hizo que terminase cayendo y no me arrepiento. Buenos materiales, mejor juego y muchas horas de diversión por delante.
Si algo tiene de malo este juego es que nos llega en una caja que no guarda similitud de medidas con ninguna otra de las que tengo... así que no tengo ni idea de cómo lo guardaré en mi ludoteca. El cartón aparenta bueno y el arte sobrio encaja perfectamente con la edición ¡Es precioso! Al abrir la caja descubrimos un cuidado inserto en el que la única pega... será si queremos enfundar las cartas...
En una nublada tarde de otoño cinco viejos amigos se reúnen en el reservado de uno de los clubes más privados y antiguos de las ciudad. Todos habían acudido allí desde los más recónditos lugares del globo para encontrase en esa fecha preciosa, el 2 de octubre de 1900. Estamos de suerte con este juego porque prácticamente viene ya listo para jugar nada más abres la caja.
Bueno... pues después abrir la caja, leer todas las instrucciones y aprender a cómo jugar... no hay nada como echar este juego al suelo y empezar a pisar su tablero. ¿Estamos listos? Hoy vamos directamente con el vídeo, que una imagen vale más que cuatro palabrejas.
Lo que más gracia hace en las primeras partidas a todo el que no lo conoce... ¡Es que el gachón del ordenador te insulta! A mí por otro lado, una cosa que me ha dejado alucinado es el tema de que en aquella época (1992) ya hubiera editoriales que pensaran en juegos que funcionasen bien tanto para varios jugadores, como para uno solo.
De nuevo os traigo un juego que no es de mi propiedad. Es lo bueno de tener amigos que se interesan por lo que haces. Lo trajeron para que le grabásemos una partida, de modo que esta vez no habrá el típico unboxing/tutorial, sino que os dejo la partida y así de paso por un lado veis los componentes en mesa y por otro os hacéis una idea de cómo funciona el juego.
Yo era bastante reticente a incluir elementos externos a un juego de mesa (y tengo mis razones para seguir siéndolo). Pero eso no quita que tuviese muchísima curiosidad por este juego. No es que hubiera jugado al de ordenador, sino que hace tiempo lo vi jugar y me pareció un juego llamativo, así que quería ver si en tablero molaba y... vaya que sí.