En el reino, las hormigas han decidido parar sus innumerables combates y decidir la suerte de las distintas familias a una batalla final; nosotros, como jugadores, tomamos el papel de un hormiguero que lucha contra otros (hasta cuatro por partida), por hacerse con el control de un jardín, con hongos, agua y otros insectos.
Los componentes del juego desde luego que son uno de sus puntos fuertes. El diseño de la caja es bonito, aunque por dentro solo hay cartón: un compartimento, un par de bolsas zip, y todo al mogollón. ¿Y qué nos encontramos dentro? Nos encontramos con bastantes tokens de calidad, que se destroquelan bien, coloridos y bonitos (objetivos, ferormonas, insectos,...).
Los componentes de este juego son de alta calidad, ¡sin duda alguna! Las piezas de madera son resistentes, identificables y agradables a la vista, excepto quizá los trolls, que cuesta identificar como tales por la forma (que no por el color). Los marcadores de problema son discos negros, redondos, como los que hay presentes en muchos otros juegos.
Puff, Sybil, ¿como puedo leerle esta porquería al pequeño Sam? ¡Menos mal que ya se durmió! Permitidme que me presente: soy el Comandante Vimes, de la guardia de Ankh-Morpork. La situación en esta ciudad está verdaderamente mal: nuestro presidente electo, Lord Vetinari, ha desaparecido. Digo presidente electo, pero nuestra democracia es particular: un hombre, un voto, en el sentido más literal, el único voto es el de Lord Vetinari.
Los componentes son buenos, el cartón se destroquela normal (con cuidado y buena letra), y la caja se adapta perfectamente a ellos; compacta y sin aire en exceso, no se le puede pedir mucho más. Destacan los planetas, de troquel grueso, aunque también hay cartas y algunos cubitos, y por supuesto, el contador de dinero (puntos de victoria).
En la edición que nosotros tenemos sólo vienen las cartas y el manual. Las cartas son de calidad estándar-buena, con un toque plastificado al tacto, y aunque no necesitarían teóricamente funda, recomendamos aún así enfundarlas, ya que el más mínimo desperfecto puede ocasionar que reconozcas alguna carta, quitándole toda la gracia al juego. ¿Cuántas cartas hay? ¿Sesenta? ¿Ciento cincuenta? ¿Doscientas? Pues nada de eso amigos, estamos ante un juego ¡de dieciséis cartas!
Intentaremos conquistar el corazón de la princesa con el poco loable objetivo de mejorar nuestro poder y riqueza. Para ello, contactaremos con distintos personajes de la corte real, que nos ayudarán a entregar a la princesa una carta de amor. Una vez que la princesa haya recibido suficiente cartas de amor, su corazón quedará entregado...
Siempre te queda la sensación de que cambiarías esta o aquella cosa... Pero ya no hay vuelta atrás, eres lo que has venido formando durante años, y estás formado no sólo de lo que has ido consiguiendo, sino que eres también gracias a tus errores. Por eso no me queda sino estar orgulloso de haber llegado hasta aquí.
¡Te hace sentir poco menos que en un cuento de hadas! El tablero no destaca por su alta calidad, pero es más que aceptable; Sin embargo, eso lo suple con creces por la estética, por el colorido, por los dibujos. Es precioso. También hay bastante madera en forma de cubitos y de meeples, con colores también bonitos. Los meeples llevan una pegatina transparente con los números que indican a la generación a a la que pertenecen.
Mi primer día de trabajo, el sueño de mi vida, el doctor vino a vendernos un ventilador gigante. Cuando lo activó, se me cayeron los pantalones delante de todas las compañeras. Sólo por eso merece morir, una vez más. El día que logré quedar con Mary, el doctor le regaló una pildora de la felicidad. Estuvo llorando toda la noche, y nunca más quiso saber nada de mí.
Lejos de las novedades, en esta reseña nos dedicamos a un juego que data de 1996, en donde tenemos que tentar a la suerte, sortear al resto de los habitantes de la casa y matar con saña al doctor... ¡Pero sin dejar huella! ¿Tenéis instinto para matar? En general tiene componentes de muy buena calidad.
Inicialmente, tu objetivo es escapar junto a otros supervivientes de una ciudad infectada por zombies, ya sea usando un puente situado al otro extremo de la ciudad, un helicóptero o una barca. Por ahora, 100% colaborativo. ¿Problema? Las plazas en el helicóptero (si es que las hay) y en la barca pueden no ser suficientes para todos los jugadores...
Amigos, crear un negocio no es fácil... Son muchos los tropezones y los dolores de cabeza hasta que ya por fin parece que está en marcha. Nosotros admiramos a la gente valiente que empieza de cero, que apuesta, arriesga, que se ilusiona, a aquellas personas que plantan cara a la vida y persiguen sus sueños.
Nos encontramos con una caja de calidad, y grande. El interior se divide en tan sólo dos compartimentos, y aunque sería complicado el conseguir compartimentos suficientes para todos los tipos de piezas que hay, se habría agradecido una mejor separación. Ésto lo suplen con la introducción de bolsas zip, con dos sacos de textura aterciopelada, y con traer las figuras de plástico dentro de una cajita de cartón.
Era el año 5708. El año de nuestra desgracia y de nuestra gloria. El año que todo acabó y todo comenzó. La historia de la galaxia llevaba siglos registrando paz. Cuando los humanos descubrimos el salto hiperespacial, se encontraron metidos en una guerra contra la hegemonía. Fue cruenta y salvaje, pero no fue nada comparado con lo que nos esperaba.
En un circo lo importante es el dinero, especialmente el sagrado dinero que se usa para pagar a los magos. O bueno, aparte de magos, también hay otros artistas: los malabaristas, los acróbatas, los domadores y los forzudos. En total, cinco categorías, pero bueno, casi podíamos decir magos y no magos. ¡A ver si un malabarista hace aparecer una paloma de la nada!
Este juego tiene cuatro componentes, cuya descripción no da para una larga parrafada. Tenemos los ocho vagones de colores para guardar los diamantes (son de calidad, funcionales y hasta bonitos); los diamantes en sí (muy llamativos); las secciones de mina (funcionales) y los ocho hombrecitos mineros que guardar en la mano para indicar si seguimos o no adelante (divertidos con su fedora).
Seguro que todos me conocéis, soy Málaga Yones, primo del famoso arqueólogo. Mi primo se dedica a hacerse rico a base de saquear los tesoros de civilizaciones desaparecidas, y de paso, ligar con toda chica que se ponga por delante. Yo, me temo que soy más prosaico. Me dedico a hacerme rico cogiendo, directamente, gemas preciosas que luego vendo al mejor postor.
De precio similar y caja más pequeña, esta segunda edición apuesta por pisar fuerte en el mercado y soslayar los contras de su predecesor... ¿Lo logrará sin perder calidad, emoción y la esencia del juego? Lo tendremos que ir viendo. De momento os dejamos nuestras primeras impresiones a la vista de la partida de demostración, y lo que desde nuestro punto de vista, se alzan como los principales pros y contras.
Se trata de un juego muy sencillo, a partir de dos jugadores, que es muy cortito de jugar. Los jugadores han de meterse en el papel de zombis cuyo objetivo es acechar a las víctimas para poder comerse sus jugosos cerebritos... Qué apetitoso, ¿no? ¿Dónde están esas víctimas? Pues... ¡las víctimas son los dados! ¿Los dados? ¡Sí! El juego se compone de trece dados y el gracioso cubilete.
Cuenta la leyenda que los siervos de Cthulhu no descansarán hasta no enloquecerse entre ellos... ¿Os atrevéis a ser uno de ellos? ¿Podrán con vosotros? ¿Podrás a su vez con el primigenio? A veces no se sabe si es mejor perder el contacto con lo real y vivir en la ignorancia de lo ajeno, que la lucidez plana... sin embargo, y solo de momento, ¡nosotros lucharemos por sobrevivir en la cordura...! ¿O no?
Éste es un señor juegazo, que hemos podido disfrutar (siempre en partidas de dos jugadores) gracias a un amigazo que se lo ha comprado y nos lo ha prestado, para estas primeras impresiones (y eso que el juego estuvo en nuestro salón antes que en sus manos... Siempre podremos no devolvérselo...
Cuando recibí una extraña invitación para ir al país del gnomos me dije, ¿por qué no? Después de ver treinta veces la película "Dentro del laberinto", estaba dispuesto a realizar tal aventura, aunque me imaginaba que la realidad no se parecería a esa película que tanto me gusta. Pero era o el país de los gnomos, o Alemania, y yo nunca he soportado el frío...
Las materias primas, especialmente la madera, son muy bonitas - y la sensación de tener realmente madera, piedra o mineral en las manos es creíble. Los trabajadores, sin embargo, son figuras genéricas (cuadrados, círculos y pentágonos), en los que se colocan pegatinas. Esta necesidad de colocar las pegatinas es laborioso, y hace que se tarde en disfrutar de la primera partida.