La supuesta ventaja principal de los juegos de mesa respecto a otras opciones lúdicas es que nos permiten sentarnos junto a gente que en teoría nos cae relativamente bien e interactuar con ellos y, sin embargo, es habitual ver cómo título tras título se centra en cuestiones mecánicas, en cómo podemos "comunicarnos" con el juego.
El arte es sencillo y funcional como en todo buen eurogame, no llama en exceso la atención pero cumple con su cometido. Sin embargo el juego es bastante llamativo una vez que se ha montado la ciudad con sus tejados. Vamos con las mecánicas que es donde el juego brilla por su originalidad. La mecánica principal es una pirámide de cubos de colores.
Aquí donde me veis, yo también tengo un pasado, y mi pasado viene plagado de tierras dobles, contrahechizos, fuerzas de voluntad y djinns de Erhnam. Cuando tenía muchos menos años (iba a decir mucho más pelo, pero siempre he sido bastante cartoniano) mi presupuesto semanal lo sacaba a base de cambalachear con cartoncitos en el rastro madrileño.
Bajo este poco afortunado nombre se encuentra, o eso pretende al menos, una versión destilada del clasicazo "Junta", el juego de las repúblicas bananeras en el que competíamos por ser la familia que más dinero de los fondos de ayuda internacional desvía a su cuenta privada en Suiza. "Junta" es un juego caótico, puñetero, traicionero e increíblemente divertido.
A finales del siglo XIX, en Munich, dos magnates de los tranvías se disputan el contrato de las nuevas líneas para la exitosa red de la ciudad. Conseguir ese contrato en exclusiva implica dinero y poder más allá de lo imaginable, y el mundo de los tranvías es cruel y despiadado, así que todo el mundo veía como inevitable que la resolución del conflicto tomara un cariz cuasi apocalíptico, y así fue.
Vamos por partes, empecemos por lo único que parece poner de acuerdo a todo el mundo: los componentes. No hay duda de que se trata de una producción ejemplar, como el autor nos tiene acostumbrados: todo en el juego está hecho con los mejores materiales que se pueden encontrar en el mercado, cartas, tablero, tokens,...
Allá por 1998 salió al mercado "Las extraordinarias aventuras de Barón Munchausen", un juego narrativo bastante loco en el que los jugadores se chuleaban de sus supuestas aventuras mientras los demás intentaban fastidiarles (o mejorarles) la historia a base de añadir dificultades. Mucho antes de eso, teníamos el juego clásico de las historias de misterio y las preguntas de sí o no, que tienen su versión comercial en "Black Stories".
Tendremos que administrar nuestro tiempo a lo largo de nuestra vida en cuatro ámbitos: proyectos vitales, ocio, trabajo y familia.Comenzaremos el juego siendo unos adolescentes con todo el tiempo del mundo pero sin dinero ni experiencia, para terminar siendo adultos con pasta y experiencia pero con el tiempo hipotecado al trabajo y la familia.
Buenas chavalería, hoy os traigo una vídeo reseña sobre un juego con una curiosa mecánica cooperativa donde encarnaremos a Poilus, soldados de trinchera franceses de la I Guerra Mundial. Tendremos que apoyarnos los unos a los otros para no caer presas del pánico de los miedos a los que estos soldados estaban normalmente expuestos.
Los juegos de aventuras satisfactorios son un pájaro raro. Cuando toca bajar a mazmorras tenemos opciones para dar y tomar, y muchas de ellas más que decentes. Si lo que queremos es controlar grandes imperios de fantasía, ahí ya la cosa se desmelena. Pero para emular la clásica historia del joven aventurero que se embarca en un peligroso viaje a descubrir mundo hasta convertirse en un héroe de leyenda, ahí ya nos atascamos un tanto.
Estamos sin ninguna duda ante el fin de la civilización tal y como la conocemos, con los chavales ahí como locos por la calle cazando pokémons sin ton ni son. ¿Dónde se ha visto tamaña desfachatez, gente paseando por la calle, caminando y, oh desgracia, hablando entre sí? ¿Dónde quedaron aquellos años felices en los que nos encerrábamos sanamente en cuartos oscuros, a salvo de los dañinos rayos del sol?
Durante esta reseña voy a utilizar varias veces la palabra "bloques", aunque todos sabemos que en realidad no quiero decir bloques, pero es que la palabra que no es bloques es propiedad de una compañía con la que no me apetece meterme en líos, así que yo digo bloques así inocentemente y vosotros ya hacéis el cortapega mental que creáis conveniente.
No es ningún secreto que me encantan los juegos de deducción, y más todavía los que pertenecen al subgénero de "gato y ratón", en los que un jugador va moviéndose por un mapa y los demás tienen que encontrarlo. Quizá mi favorito del género sea "Sombras sobre Londres" por lo tenso que resulta para ambos bandos y lo bien implementado que está el tema.
¿Cómo juzgar un juego cuando su valor principal no está en ser un juego? Este juego ya de entrada no nos atrae precisamente con cantos de sirena y promesas de grandes aventuras: nos pone en la piel de un grupo de amigos alistados a la fuerza en el ejército francés durante la Primera Guerra Mundial, y nuestro objetivo va a ser simplemente sobrevivir en esa trinchera.
El juego en sí se juega a dos fases. En la primera, cada jugador sacará tantas cartas como jugadores más una, pero las irá viendo de una en una, y decidiendo si se la queda (máximo una por ronda), si la deja para la segunda fase (máximo una por ronda) o si la coloca boca arriba para que el resto de jugadores se la queden. Así hasta acabar las cartas.
A lo mejor os entran ganas de tirarme un "Caverna" a la cabeza por lo que voy a decir, pero sí: juzgo los juegos por el tamaño de la caja. Los juegos de caja media los miro con recelo desde lejos. ¿Por qué? Porque suelen tener una duración que va entre los cuarenta y cinco y los sesenta minutos y la chicha suele ser escasa. Así que muchos de estos juegos tienden quedarse en tierra de nadie.
Ya conocemos más que de sobra "Black Stories" y sus mecanismos: una historia de misterio, preguntas de sí o no y una solución final, a ver quién llega. Nos han plantado cantidad de ediciones y versiones distintas, por aquello de seguir jugando a la que llegamos a la número cincuenta, y uno ya pierde la cuenta. Ahora nos llega esta versión con subtítulo y caja raruna y la pereza nos invade.
Chavalería, en este vídeo os enseño a jugar a este juego de mesa y doy mi opinión sobre el juego en base a las partidas jugadas en el torneo que gané en el Pub Continental (Granada) durante la #NMCMLdJ de 2016.
Podrás ponerte de lado de un grupo de forajidos o de lado de los hombres de la ley para revivir escenas de las películas del lejano oeste. Podrás vivir tiroteos, atracos, duelos,... Los materiales son sencillamente espectaculares. Tienes plastico y cartón para aburrir en forma de meeples, barriles, dinamita, balas, cactus, edificios,...
He de confesar que, aunque conocía algunos, nunca había jugado un Vital Lacerda. Este hombre es famoso por hacer juegos duros y de calidad. Hacía unos días que había tenido una conversación sobre cómo se mide la dureza de un juego. Yo pienso que hay varios factores que afectan y que, si bien la complejidad de reglas es uno de ellos, también lo es la exigencia intelectual a la que el juego te someta.
Encarnamos a quizá los alumnos más trastos de la escuela de magia. Hemos enredado entre los trastos del sótano de la escuela hasta abrir un libro antiguo. De este libro han empezado a surgir criaturas endemoniadas. Nuestro objetivo en el juego es aguantar la envestida de estos monstruos sin volvernos locos, pero claro, quizá teníamos que haber atendido un poco más en clase.
Éste es un juego en el que te pones en la piel del comandante de un poderoso ejército alienígena para vivir emocionantes aventuras de conquista interestelar en las que el armamento tecnológico más avanzado y las criaturas más grotescas que puedas imaginar lucharán hasta la muerte y... No, nada de eso. Es, ni más ni menos, un juego abstracto ligerito y rápido.
Cuando en la editorial de las cajas amarillas y los juegos infantiles top, decidieron ampliar su catálogo para incluir una selección de juegos familiares nos dejaron a todos con el culo torcido. Luego nos dicen que esos juegos familiares van a estar firmados por gente de trayecto en el mundillo, y más emoción. Y ahora nos encontramos con que uno de ellos ha sido nominado para el premio Spiel des Jahres.
Un filler de los de encadenar varias partidas seguidas, y con una complejidad de las que lo explicas en medio minuto. Componentes de excelentísima calidad. No olvidéis que se trata de un chorrijuego de escasísimos componentes (cartas y unos mini-tokens de cartón para la puntuación), pero aún así se agradecen que sean de tan buena calidad.