Los jugadores se pondrán en la piel de los investigadores que intentarán con todas sus fuerzas impedir el despertar del primigenio. Toda la acción transcurre por las salas de un museo. El juego no cuenta con un tablero como tal, pero para representar las habitaciones tenemos muchas cartas de localización, en éstas se nos presentará una tarea para superar.
Primero se mezclan todas las cartas y se reparten trece a cada jugador. Las restantes se colocan como mazo de robo. Se desvela la primera carta de dicho mazo, que será la "carta de muestra". En cada turno, el jugador inicial juega una carta de su mano (liderará), y seguidamente el segundo jugador hará lo mismo (seguirá), intentando jugar una carta del mismo palo que el jugador que lidera (palo a seguir).
Este juego sí que lo he jugado bastante como para hacerme una idea y por eso ahora traigo ya la reseña por fin. De este juego ya subí tutorial hace unos días al canal, así que este vídeo se centra única y exclusivamente en mi valoración, analizando los diferentes aspectos del juego, como viene siendo habitual en las reseñas del canal.
Buenas de nuevo muchachada. Hoy os traigo la prometida reseña sobre este juego, la segunda edición del afamado juego de Martin Wallace. Esta segunda edición ha sido editada en castellano de la mano de la editorial MasQueOca. Tras la reseña ofreceré una comparativa entre esta edición y la original "A Study in Emerald".
Nos convertimos en uno de los grandes restauradores de frescos de la época. Pero no somos los únicos, y tendremos que demostrar nuestra valía para ganarnos el favor del obispo. Para preparar una partida, primero colocaremos el tablero central. Este tablero está delimitado por zonas. Cada jugador cuenta con tres pintores y cinco ayudantes.
Al principio de la partida se reparten tres cartas a cada jugador y se disponen ocho cartas en el centro de la mesa que harán la función de bosque. Solamente las dos que se encuentren a nuestros pies podrán ser recolectadas, pero de todas formas si disponemos de bastones, éstos nos permitirán adentrarnos más en el bosque y podremos coger alguna de las que ahí se encuentran.
Es un party game atípico con un alto factor de azar, una temática muy simpática y una mecánica divertida como ella sola. Lo primero que tendrás que hacer será construir tu vehículo espacial. Dependiendo de la ronda en la que estés, los ingenieros te proporcionarán la estructura de tu nave.
En este juego los jugadores toman el papel de un equipo de jardineros, los cuales quieren que sus flores sean las más vistosas del jardín, y es por ello que intentarán plantar más que sus compañeros. Nos encontramos ante un juego de mecánicas sencillas y muy apto para todos los públicos, las reglas se explican en dos minutos.
El objetivo será conseguir más puntos que nuestros adversarios, para ello deberemos transportar los gigantescos Móais desde la cantera hasta los diferentes puntos esparcidos por la isla, cuanto más lejos se encuentre el altar de la cantera, mayor será la recompensa. Para ello cada jugador tomará el control de una de las cinco tribus que pueblan la isla.
Una vez cada jugador tiene listo su mazo se procede a la preparación de la partida, dentro de los mazos se incluyen cartas de recursos, personajes, eventos, acciones, equipo, invocaciones y un panteón. El panteón determina nuestra mitóloga y poder inicial, la partida finaliza cuando un jugador deja a cero el poder del otro o bien uno de ellos consigue acumular hasta treinta.
Para preparar una partida, ensamblaremos el tablero y lo colocaremos en el centro de la mesa. Elegiremos el mazo uno de cada color de carta y lo colocaremos sobre su zona en el tablero. Se hace una reserva con las losetas de territorio (una de cada valor por jugador), y se colocan a un lado las monedas y los contadores de más diez.
La premisa más importante de este juego es que nunca debes mirar tus cartas, ¡nunca! Entorno a esta regla gira todo el juego. Cada jugador dispondra de una mano de la que sólo conoce el reverso, y esa es poca información porque todas las cartas tienen el mismo reverso. Durante toda la partida los jugadores dispondrán sus cartas de manera que sean visibles para los demás.
¡A las buenas muchachada! En este vídeo os traigo la reseña de un filler de bazas y puzzle donde representas a señores nobles del Japón feudal que pugnan para conseguir fama y fortuna mediante el desarrollo de sus territorios. Al principio de la partida se le reparte a cada jugador una carta de distrito inicial que tiene dos caras.
Todos los jugadores empiezan con el mismo objetivo y deben colaborar juntos para tratar de conseguirlo, pero a lo largo de la partida se pueden dar diferentes factores que divida al grupo, y ésta es una de las virtudes de este juego. El sistema de juego es muy sencillo y rápidamente todos los jugadores se harán con los mecanismos.
Para preparar la partida se colocan los tableros en el orden establecido eligiendo una de las dos caras para todos. Se reparte a cada jugador todos los cubos del color elegido, y la loseta de depósito. En dicha loseta el jugador inicial colocará dos cubos y los siguientes tres. Se coloca el tablero de puntuación con un cubo de cada color en la casilla inicial.
Buenas playforlivers, hoy os traigo una reseña de un juego que está llegando ahora a sus mecenas, editado por Megacorpin Games. Se trata de un juego de deducción donde tendréis que resolver un caso de asesinato respondiendo a las clásicas preguntas ¿quién? ¿por qué? y ¿cómo?
Para preparar una partida, se separan los tres mazos de cartas por color, y se barajan. Del mazo verde, si somos menos de cuatro jugadores, se devuelven las cartas marcadas con un cuatro. Se ponen a un lado las fichas de logro, pretendientes, y las minis de ciudadela y santuario. Se mezclan las losetas de territorio y se saca una por jugador.
Éste es un juego de comercio para dos jugadores, el objetivo del juego es comprar / intercambiar bienes para luego venderlos; el que haya vendido más, será el mejor mercader y será el vencedor. El juego consta de cincuenta y cinco cartas de diferentes productos que se compran y venden (cuero, especias, tela, plata, oro y diamantes).
Este juego nos mete en el papel de un mercader el cual tiene que conseguir la mayor cantidad de monedas a base de comprar y vender mercancías que encontraremos en el mercado, pensando cuándo realizar una venta ya que cuantas más mercancías de un mismo tipo vendamos al mismo tiempo mayor será el bono que consigamos por la venta.
Somos arcontes, que junto a un grupo de fieles aliados, lucharemos por recolectar ámbar para forjar llaves que abran las cámaras ocultas del crisol. Cada jugador dispondrá de un mazo único e irrepetible, en el que encontrará cartas de criatura, acciones o artefactos de tres casas diferentes. Un juego tan sorprendentemente sencillo como adictivo.
No es un juego de pensar mucho, aunque incluye cartas con las que podremos idear alguna mini estrategia de forma inmediata, y sobretodo es un juego que cambia mucho según con quién lo juegues. Los jugadores tomarán el papel de unos enormes monstruos que luchan entre ellos para terminar siendo el único monstruo en pie de la ciudad.
En el tablero principal se encuentran los dieciocho personajes a los que podemos influenciar para obtener sus beneficios. Éstos van desde ganar puntos de victoria, conseguir recursos, aumentar nuestras defensas o descubrir a qué amenaza deberemos hacer frente al final del invierno. El juego transcurre a lo largo de cinco años en los que pasaremos por diferentes estaciones.
Un juego para tres a cinco jugadores, los cuales se pondrán en la piel de cultistas que luchan entre sus sectas para ser ellos los que dominen la ciudad de Kingsport gracias a la ayuda de los dioses primigenios. A lo largo de la partida los jugadores deberán expandirse por la ciudad para aumentar su dominio en ella, pero un pequeño grupo de investigadores se encargará de intentar impedirles sus planes.
Y ahora, que levante la mano quien haya jugado a este juego y haya perdido toda esperanza de poder llevarlo... ¿Quieres saber lo que es el estrés? Nos metemos dentro de un restaurante, con la esperanza de poder sacarle beneficio y que los comensales se vayan a su casa satisfechos. Pocas veces he tenido ganas de estresarme, y menos de estresarme jugando.