Es un juego muy intenso y que tan solo está de paso por mi casa. Me ha costado bastante terminar de pillarlo. No porque sea complicado, sino porque tiene muchas mijitas y siempre algo se te queda atrás. Aun así a cambio y como viene siendo normal por estos lares, si que tenemos su partida ¿Nos irá bien? ¿Mal? Ahhhh ¡Tendréis que verlo!
Yo era bastante reticente a incluir elementos externos a un juego de mesa (y tengo mis razones para seguir siéndolo). Pero eso no quita que tuviese muchísima curiosidad por este juego. No es que hubiera jugado al de ordenador, sino que hace tiempo lo vi jugar y me pareció un juego llamativo, así que quería ver si en tablero molaba y... vaya que sí.
Abrir este juego y llevarse una mini-decepción por lo que trae es bastante normal. Por suerte después resulta que el juego lo vale. Estamos ante una típica caja con inserto incluido. Cartón bueno y arte... no hay más que verlo. A mí me encanta. Mientras unos invasores alienígenas desconocidos redoblan sus ataques contra la Tierra, hasta tres amigos y tú haréis de jefes de departamento.
En este caso no os voy a hacer tutorial sencillamente porque todo el juego funciona mediante una aplicación y lo han hecho suficientemente bien como para acordarse de meter un "¿Cómo se juega?" ahí dentro. En resumen el juego es lo que muchos esperaréis. En el tablero se representa la tierra. Ese suculento planeta al que van a ir llegando más y más aliens.
Cada jugador va a tener un rol y en función de él tendrá que ir actuando a lo largo de todo el juego. Si sois buenos jugando y la suerte os sonríe un poco... ¡Hasta podéis pasaros el juego! Hay que decir que en solitario es de los pocos juegos que a mí me han viciado, pero... porque no me da tiempo a casi pensar.
Hoy estamos aquí para defender al planeta... ¿O era para liarla y que los marcianos terminen destruyéndolo? Perdonad, pero es que a veces confundo los conceptos... Sea como sea, nos encontramos de nuevo ante uno de esos curiosos casos en los que un videojuego se pasa a la mesa de juego.
Para hacer una buena carrera... siempre es bueno probar antes el circuito, conocerlo y ver qué tal se porta nuestro bólido en los distintos tramos ¿Saldremos de una pieza de ahí? Para las dimensiones que ocupa desplegado, todo llega en una caja de bastantes buenas dimensiones, resistente y con un arte muy llamativo.
Lleva al motor hasta sus límites, negocia las chicanes, pégate a la rueda de tus rivales y aprovecha su rebufo para ponerte en cabeza... Tendrás que asumir riesgos por anticiparte si quieres estar entre los mejores pilotos y subir al podium. De nuevo estamos ante un juego que no requiere demasiada preparación. ¿Estamos listos?
Una vez empieza todo, es importante saber que sólo podrás subir/bajar una marcha por turno (Lls marchas te permitirán tirar un dado que haga que avances más o menos) y que en caso de necesitar más... será a costa del cambio de marchas. Si te cargas el coche ya sea por él, por el motor, las ruedas,... ¡Estás fuera!
Estamos ante un juego de gestión de tiradas, de ser previsores y en el que las curvas son tremendamente importantes. Tanto es así que cada curva requiere de un número mínimo de paradas (cuenta como parada el momento en el que terminas tu movimiento a final de turno) y si no lo haces... vas mal... muy mal. Al principio cuesta pillarle un poco el tranquillo, pero tranquilos que eso no dura mucho.
No se nota casi nada que hace bien poquito que los derechos de explotación de la obra de Conan Doyle han pasado al dominio público, ¿verdad? Que si series de televisión, que si estudios en esmeralda, que si juegos de mesa... Sherlock Holmes se ha puesto de moda por lo barato que es explotarlo, y yo que me alegro, oiga. En este caso concreto nos encontramos ante un juego en el que nos proponen competir por ser los primeros en resolver cada uno de los trece casos.
Te adentras en el campo de batalla con un implacable ejército formado por infantería, caballeros y arqueros. Planea cómo colocar a tus tropas y descubre cuál es la mejor estrategia... Estamos ante un juego en el que al igual que en la vida real, el azar tiene cabida... pero lo puedes minimizar aportando estrategia. Después de todo... siempre hay unidades que son más efectivas contra otras.
Hoy estamos aquí para hablar sobre un juego bastante curioso. Es uno de esos juegos de hoy día que por el look que tienen se hace quizás un poco difícil saber a quién va dirigido ¿Es para críos? ¿Para adultos con alma de niño? ¿Para todos? Yo nunca me he fiado, fío o fiaré de las edades que ponen en los juegos de mesa. De ahí mi duda.
Si eres de los que piensa que esta editorial sólo edita juegos farragosos y que a pesar de tener fama de lanzar juegos con buenas mecánicas, no te apetece "sacrificar" parte de tu vida y de tu tiempo para aprender reglas y verte abogado a sacar el juego dos veces a mesa: Quédate. Te invito a leer la reseña y luego, si sigues pensando lo mismo, avisa porque quizá tenga que reescribirla.
Bueno... pues después abrir la caja, leer todas las instrucciones y aprender a cómo jugar... no hay nada como echar este juego al suelo y empezar a pisar su tablero. ¿Estamos listos? Hoy vamos directamente con el vídeo, que una imagen vale más que cuatro palabrejas.
¿Habéis probado alguna vez a jugar a oscuras? ¡Que pregunta más extraña para un sitio en el que se comentan juegos de mesa! ¿Verdad? Pues ese es el reto al que os vais a enfrentar con este juego. Me consta que no es un juego habitual y que, por el aspecto, muchos vais a pensar que es una tontería... Yo lo pensaba con temor hasta que lo jugué.
Un juego distinto al que me esperaba. Una versión que cambia de forma tan radical el juego, que hace que incluso la duración deje de ser infinita para poder terminarla en unas dos horitas. Aquí es cuando se os deberían poner los ojos como platos y desencajar la mandíbula hasta rozar el suelo porque... ¿Qué carajos han hecho para lograr ese cambio tan radical en un juego como este?
Además de cambios bastante importantes en el reglamento, han incorporado un cambio de estética alucinante. Si antes teníamos un gran espacio "perdido" en el centro del tablero, ahora lo que tenemos es una gran ciudad... bueno... más bien eso dependerá de vosotros los jugadores... ¿Vamos a ello?
Esta edición de lujo nos llega dentro de una lata en la que, si bien el arte es muy llamativo, aún lo es más su curiosa forma. Dentro trae un inserto que a la hora de jugar nos facilitará enormemente la preparación de las partidas, pero que (todo hay que decirlo), para guardar las cosillas da un poco de pereza.
Recorre el tablero comprando distritos y construyendo una metrópolis. Cada distrito de la parte central del tablero se corresponde con un grupo de casillas. Si caes en un distrito sin propietario... ¡Cómpralo o subástalo! Después de desplegar el tablero y asignar una ficha a cada jugador, se le da el dinero inicial, se colocan las cartas de distrito en el inserto y las de suerte en el tablero listas para ser cogidas.
Encendemos la unidad de comercio y... ¡a comenzar! El objetivo, al igual que en otros juegos del estilo, es dejar en bancarrota al resto de jugadores. Para ello lanzas los dados para desplazarte por el tablero y hacer distintas cosas según la casilla en la que hayas caído. Desde pagar impuestos o darle dinero a otro jugador, hasta comprar un distrito vacío en el que hayas caído.
Las diferencias con el juego clásico empiezan siendo visuales: las construcciones ya no van al borde, sino que están en el centro para conformar la ciudad. Aparte ahora para construir, no es necesario que tengas todos los terrenos de un mismo color. Salvo para los rascacielos ya que con ellos duplicas el cobro de dicho color.
Hay edificios de protección y edificios para fastidiar. Si tienes la suerte de poder coger uno de estos, siempre te darán a elegir entre fastidiar o proteger. En el caso de que quieras fastidiar, coges una miniatura de las negras y la pones en un terreno a sabiendas de que todas las casas que haya en dicho terreno serán obviadas cuando un jugador tenga que pagar.
Con la ayuda de los piratas más peligrosos del mundo, Roth se dispone a mandar al conde vampiro Noctilus a una tumba acuática. Pero el conde cuenta con sus propios aliados, cada uno de ellos a la cabeza de un gigantesco barco de guerra. Así comienza nuestro viaje... si os atrevéis a embarcaros en este juego de mesa.