Éste es un abstracto sin más, sin tema, o al menos, sin intentar pegarle un tema. No lo necesita. En este juego, formas un tablero cuadriculado con muros fijos y con símbolos de colores repartidos en el tablero. Disponemos además de cuatro robots de distintos colores y en cada turno se sacará al azar una ficha que indica qué robot hay que llevar a qué símbolo.
Hace tiempo hablamos del juego "Star Fluxx", un juego de mesa donde las reglas del mismo y los objetivos de victoria cambian cada cierto tiempo, dependiendo de las cartas que se juegan. En esta ocasión os traermos el unboxing del nuevo juego de la familia "Fluxx", donde nos traen la historia del Mago de Oz.
Este juego calificado para adultos (por sus dibujos, la mecánica es igual que el Jungle Speed) nos trae un pecho que será nuestro "totem" a agarrar, cartas con diferentes dibujos de traseros, entrepiernas y pechos y siluetas que serán las que nos intenten confundir de unas a otras. Un juego para divertirse y para relajarse.
¿Te parece el totem del "Jungle Speed" demasiado duro? ¿Qué aliciente le falta? ¿Te gustan los party-games? ¿Qué juego llevarías a una despedida de soltero o reunión de amigos? Todas estas preguntas tienen una sola respuesta. Conforme iba sacando los componentes de la caja no daba crédito a lo que estaba viendo. Hay que armarse de valor para sacar un juego de estas características.
En este juego los jugadores representan... a nadie, ya que ni en las reglas del juego viene una mínima ambientación. El juego se desarrolla sobre un tablero más o menos grande según los que juguéis que representan islas de Japón divididas en hexágonos. En cada población de las islas se colocan al azar una serie de figuritas que representan budas, arroz y yelmos.
En este juego jugamos sobre un mapa de Mallorca, dividido en zonas de cultivo, cada una de las cuales tiene una pila de distintas combinaciones de los cultivos típicos de la isla (al menos eso se supone), colocados al azar, y que son la demanda que debemos satisfacer con nuestros repartos a lomos de nuestro asno. Los vegemeeples se consiguen en un rondel, que es un molino.
Los jugadores asumirán el control de una banda de malhechores que busca enriquecerse todo lo que pueda a costa de la llegada del ferrocarril al pueblo, que trae gentes y con ello dinero. Pinta bien verdad: si todo lo que sea dar tiros y hacer el malote nos gusta. Los componentes del juego son bastante buenos. Un tablero de calidad, un montón de tokens de cartón de diferentes tamaños, cuantiosas losetas, e incluso dados al estilo far west.
El coloso de Rodas, el faro de alejandría, el templo de artemisa en Éfeso, los jardines colgantes de babilonia, la estatua de Zeus en olimpia, el mausoleo de Halicarnaso y las pirámides de Giza. Como sabreis cada una con sus respectivas habilidades y estrategias a seguir.
Este juego nos mete en el papel de un mercader el cual tiene que conseguir la mayor cantidad de monedas a base de comprar y vender mercancías que encontraremos en el mercado, pensando cuándo realizar una venta ya que cuantas más mercancías de un mismo tipo vendamos al mismo tiempo mayor será el bono que consigamos por la venta.
Todos los tiles tienen dibujado la edificiación que se puede construir en el mismo, el número de puntos que aporta su construcción y el recurso o recursos que aporta en el caso de que se construya en dicho tile. Con respecto a los recursos, son cinco los que aportan: oro, oveja, madera, pescado y azucar.
Una vez abierta la caja, nos encontramos con unas instrucciones muy bien maquetadas y con muchas ilustraciones explicativas, si bien sólo están en alemán. La verdad es que no entiendo por qué este juego no incluye las instrucciones en inglés, y más con toda la promoción que lleva de por medio. No es muy lógico no colgar las instrucciones en un idioma más accesible para todos...
Éste es un juego de habilidad y visión espacial, sobre todo, y de haberle echado horas al tetris, también ayuda. En cada turno se reparte a cada jugador un tablerillo con huecos para colocar tres o cuatro fichas, que tienen una única forma de colocarse, y estas fichas las decide una tirada de dado, con lo que nadie tiene el mismo tablero ni la misma resolución.
En este juego cada jugador debe, ante todo, garantizar un suministro de alimentos constante, y ya si te sobra un rato, intentar hacer pasta para ganar la partida. Estamos en el puerto, y sólo podemos, tras mover nuestro barco hacia el final del muelle, o coger un montón de recursos que se van acumulando a cada turno, o mover a nuestro único muñeco a un edificio en el que no estuviéramos y hacer su acción.
Ya la gran ilustración de la portada deja entrever la calidad de las ilustraciones que vamos a encontrar en la cartas. El juego trae ciento dieciséis cartas magnificamente ilustradas, contadores de plástico duro en tres colores que representan las monedas (o dineros, como se les denomina en el juego) y un libreto de instrucciones que, si bien está bien redactado, en alguno apartados da lugar a confusión y a interpretaciones ambiguas.
Éste es un juego de colocación de trabajadores y elección de roles para realizar tus acciones. Cada jugador dispone de un tablero que representa su terreno inicial con sus campos productores, y sobre los que edificaremos los distintos edificios que nos permitirán montar nuestro motor de productos. Con esos productos nos iremos al tablero central a embarcar bienes, o bien los gestionaremos en nuestras propias edificaciones.
En el juego tomas el papel de un alien o un humano en una nave en el espacio, la misión de los humanos, escapar, la de los aliens, zamparse a los humanos. Una vez elegida la nave que se va a jugar, se empieza el juego y a conseguir vuestro objetivo. Mira bien a los demás jugadores e intenta averiguar dónde están en cada momento.
Se trata de un juego que además de ampliación puede considerarse como juego independiente ya que trae las cartas del básico (monedas, maldiciones y cartas de puntuación) necesarias para jugar, además de veinticinco tipos de cartas nuevas. Una de sus ventajas, es poder combinarlo con el juego básico y hacer partidas para más jugadores.
Para empezar diré que al ser un juego de Queen Games esperaba calidad en los componentes y he de decir que no me defraudó para nada. Caja grande, de dimensiones tipo "Sid Meier's Civilization: El juego de tablero" o "Colosseum", con un ligero toque de aire. Un troquel de calidad, cartas plásticas también de calidad, ocho tableros de cartón grueso y casitas de madera.
Mostraré qué es lo que trae el interior de las cajas de los juegos que compro... sí, lo sé, ¡que pedazo de idea! ¡Cómo es posible que no se le haya ocurrido a nadie antes! Si es que me estoy coronando con este blog. Pero no se confunda, que tal vez les suene algo parecido a las secciones de otros blogs: unboxing, open box, abriendo la caja, esto qué es lo que es,... La mía no se parece en nada a las que he mencionado... ¿o sí?
Si ya habías jugado a las otras ediciones del juego, las instrucciones no te van a resultar difíciles de comprender. La forma de jugar es parecida a los otros: modo de tirar, apostar por hexágonos para recoger materias primas, cartas de desarrollo, con un siete mueves al forajido para capar y robar carta a un adversario... Aunque hay cosas muy diferentes a los demás, éstas son las cosas que marcan las diferencias.
Somos colonizadores de una nueva isla de disposición aleatoria, en la que cada hexágono representa un tipo de recurso, que para poder recolectar debemos tenerlo cubierto con una de nuestra poblaciones, las cuales se deben unir con carreteras, lo cual provocará el bloqueo de otros jugadores. Y como estos recursos son todos necesarios para expandirte, pues debemos comerciar entre nosotros.
Las cartas dan mucho juego. Aún no lo hemos probado mezclando expansiones pero la cosa promete. Nada más abrir la caja encontramos las instrucciones y la explicación de las cartas detalladas. Vemos ya las cartas, algunos de los tableros que necesitan algunas cartas y los contadores.
Cada jugador recibe un peón representativo, tres monedas de oro y un par de lámparas para alumbrar la oscura cueva. Uno de los jugadores tendrá que hacer de guardián de la cueva, se escudará detrás de su biombo y distribuirá los tesoros por el interior del laberinto sin que los otros jugadores lo vean.
Aunque sea un juego de dados (es decir, con mucha suerte) tendrás que jugar adecuadamente y priorizar opciones. No te convendrá ir por números que estén siendo disputados por varios jugadores. Y es que me he dejado en el tintero reglitas como que cuando un jugador consigue completar un número, lo cierra, y todos los peones de otros jugadores vuelven a sus dueños.