Es uno de los pocos juegos que haya actualmente que sea un deck-building con interacción. Me encantan los juegos de deck-building, me parecen súper entretenidos, pero el problema que suelen tener es que puedes jugarlos con un biombo alrededor, sin ver a los demás jugadores y hacer la partida: no hay que estar pendiente de los demás.
¿Lo hueles? Recién sacadito del horno que lo tenemos... Pensaba que ibas a decir que olía a vino. Sí chaveles, es una broma pero es cierto: está recién cadito, salió hace tres días, ya lo tenemos aquí. Ya tenéis el qué lleva dentro, así que sólo nos falta explicar cómo menear a la gente... Ésta es la preparación de una partida, como podéis ver, para cuatro jugadores.
Ah, los 90, qué década más... así. Era como si el mundo entero fuera un chaval de trece años, y yo mismo también lo fui durante trescientos sesenta y cinco días, que no estaba la cosa para llevarle la contraria al mainstream. Todo era muy edgy y muy grimdark, pero también había mucho color chillón, hombreras y gomina. Bueno, pues ya podemos estar tranquilos porque los 90 han vuelto.
Tendremos un tablero principal que será donde se desarrollen las conquistas. Divididas por regiones, en la preparación inicial habrá antiguas civilizaciones, en otras puede haber montañas. Éste es uno de los dos tableros posibles, dependerá del número de jugadores. Son diez rondas. El dinero es importante, pues serán los puntos al final de la partida.
Ya vísteis esta semana el qué lleva dentro de este juego. Más de uno nos dijísteis que teníais ganas de saber cómo se juega, así que aquí lo tenéis. En la misma semana la explicación de cómo se juega a este juegazo. Un juego que vais a ver, ahora mismito en un momento, que es muy sencillo pero queda... ¡cómo queda en mesa!
Qué sería de mí sin mis contradicciones: justo después de una entrada lacrimógena diciendo que estoy cansado de novedades que no dicen nada nuevo, viene una reseña dedicada a una reimplementación de un juego; y es que parece que ése ha sido un tema recurrente este año pasado. Se ve que han sido muchos los que han decidido que empezar un juego desde cero es muy cansado.
Este juego me parece uno de los mejores familiares que he jugado últimamente. Es muy agradable de jugar, cada jugador está en su reino, y casi siempre está uno más pendiente de lo suyo que de los demás. Cuando estés familiarizado (a los pocos turnos) con el juego ya jugarás mirando de reojo qué les hace falta a tus rivales, y es que la interacción del juego está en coger losetas con las que puedes hacer mucha pupa.
Si se infecta el estómago, el cerebro, el corazón o los huesos, tu cuerpo se quedará sin fuerzas. Si cuando acabe tu turno tienes sobre la mesa el cuerpo sin virus, ¡lo habrás conseguido! ¡Habrás ganado la partida! Nunca un virus hizo que tu vida mejorara tanto como éste... ¿Hay virus que sirvan para cualquier órgano? ¿Hay medicina que sea general?
Comenzamos la partida con una ficha individual, en ella se encuentra representado el plano de la casa y una lista de posibles armas del crimen así como todos los sospechosos y sus posibles móviles. Igualmente se nos reparten una serie de cartas de un mazo previamente preparado específicamente para el caso. En cada turno el jugador activo podrá solicitar intercambiar cartas que contengan información.
Ya habéis visto el qué lleva dentro de esta caja; así que ahora toca ver cómo se juega. Unas mecánicas muy sencillitas , muy rapidito (ya lo veréis) y el juego muy divertido. Y sobretodo, sobretodo muy guapo en la mesa. Así que sin más dilación nos vamos a ver cómo se juega. Ya tenemos aquí montada la partida para dos jugadores.
En tu turno tomas una tarjeta en la que te encontrarás ocho palabras. Tus compañeros de juego te indicarán qué número de palabra debes interpretar. Puedes utilizar todas las cartas que quieras, moverlas, o tapar parte de ellas, pero no puedes emitir ningún sonido, ni por supuesto dar más pistas que la que se te indica en la tarjeta.
Decía el filósofo que en el término medio está la virtud. Cualquier jugón te diría que si te quedas en el medio, rara vez ganas. Pero en en este juego, hay que conseguir un cierto término medio, un equilibrio; balancearte con éxito entre la energía y la ecología, sin perder de vista ni el capital, ni la contaminación, ni la prosperidad.
Se abrió la veda. El juego original lleva años siendo el referente de los juegos cooperativos, y el espejo en el que todos estos se miran. Y claro, había que hacer lo que fuera por exprimir ese limón, que sólo con expansiones la cosa no da para que coma toda la plantilla de la editorial. Primero fue el juego de dados, que no se estampó contra el suelo pero tampoco fue como para tirar cohetes.
Buenas chavalería, tras un tiempo de inactividad a causa del impacto del cambio de meteorología hoy por fin os traigo una nueva reseña, en este caso del juego que ha sido traducido al castellano por la editorial LudoSentinel. Se trata de un euro diferente de nuestro amigo Stefan Feld.
Somos unos asesinos natos, compitiendo por ser el más prestigioso, acabando con nuestros objetivos y rivales, antes de que ellos acaben con nosotros, o nos pille la policía. Colocados los personajes sobre las losetas, en nuestro turno podremos mover donde queramos a un personaje o a un policía, investigar con un policía, o asesinar con nuestro personaje.
Cada partida es un salto en el que dispondremos de una cantidad determinada de unidades de tiempo para resolver un caso; si se nos agota el tiempo, o todos morimos en el intento, deberemos volver a la base y empezar de nuevo. En cada salto debemos elegir el receptáculo en el que nos vamos a introducir, adquiriendo las cualidades de nuestro receptáculo.
Imaginemos un día de lluvia, quizás hasta un poco resfriados... ¿Cómo podemos aprovechar ese día? ¿Salvando a la humanidad? Este juego es más que un juego, es una aventura; en solitario o en compañía con un mismo objetivo. Cuatro enfermedades mortales, altamente infecciosas, se extienden con cuatro o seis epidemias repartidas al azar en un mazo común.
Esta editorial es una de esas compañías de las que todo el mundo debería tener un juego para chulearse y dárselas de entendido: son juegos caros, feos y difíciles de conseguir; así que uno se deja los dineros y ya tiene carta blanca para decir que los japoneses sí que saben hacer juegos, con su arte minimalista y cómo son capaces de hacer mucho con muy poco.
A lo mejor no os suena Riot Games, pero si escribo "League of Legends" y no estáis pensando en partirse la caja de risa sino en niños rata alguna idea tenéis de lo que es. Y al jefazo de la compañía responsable de este pelotazo de los videojuegos al que los que tenemos ya una edad no nos solemos acercar porque nos da cosica que chavales que podrían ser nuestros hijos nos den unas palizas de impresión se ve que le gustan los juegos de mesa.
Os traemos el juego, pero no os vamos a explicar el legacy para no haceros spoiler. Lo que os vamos a explicar es cómo se juega al juego básico, la parte que no es legacy porque las reglas aconsejan jugar un par de partidas (dos, tres partidas) antes de meterte en el legacy. Vamos con la explicación; juego sencillito, ya veréis.
Como en su hermano mayor de tablero, el juego consiste en realizar pujas en una carrera de camellos. La diferencia principal es que en este caso el avance no se decide según el resultado de unos dados sino con cartas que se roban de un mazo fabricado por los jugadores o se juegan directamente desde la mano. Podrás apostar tanto al ganador de la ronda como al ganador de la carrera.
Aquí tenéis la preparación de una partida a cuatro jugadores. Cada pack que véis en las esquinas sería el pack inicial de cada jugador: cuatro fichas de cada tipo (de adrenalina, de gasolina y de munición), cuatro supervivientes y el meeple de cada jugador. Además, se repartiría al azar las tarjetas de turno: el uno, dos, tres y cuatro.
Un grupo de villanos, siguiendo el maléfico plan de un supervillano como Magneto o Loki, está sembrando el pánico en la ciudad. Nosotros seremos super héroes de la Marvel: Vengadores como el Capitán América o Iron-Man, X-men como Lobezno y otros como Spiderman, Hulk o Deadpool. Nuestra misión es acabar con el supervillano antes de que su plan tenga éxito.
Lo sacamos para enseñaros cómo se juega. Ésta sería la preparación de una partida de iniciación. Si os váis al reglamento, os explica y os aconseja que juguéis en un tablero de dos por tres; es decir, sólo usaremos la mitad de todo el tablero; es decir, la otra mitad la podemos utilizar para situar las fichas, los tableros de personaje,...