Es un juego con mecánicas de investigación y deducción, ambientado en el Londres de 1600. Tu objetivo será descubrir la identidad de la misteriosa dama oscura que se esconde tras los sonetos de William Shakespeare. Presta tu máxima atención a los indicios, a los susurros que se escuchan por las calles silenciosas y oscuras, y desenmascara a la escurridiza dama.
Antes de empezar con la reseña me gustaría aclarar que no soy un jugador experto en solitarios ni juegos de deducción. Valoro estos juegos desde el punto de vista de la experiencia que me dan y lo satisfactorio que es el puzzle o la historia. Así que cambiaré valores de puntuación que uso en los juegos competitivos. Creo que este no será el último juego solitario y/o cooperativo que traiga a la web para reseñar.
Ya conocemos más que de sobra "Black Stories" y sus mecanismos: una historia de misterio, preguntas de sí o no y una solución final, a ver quién llega. Nos han plantado cantidad de ediciones y versiones distintas, por aquello de seguir jugando a la que llegamos a la número cincuenta, y uno ya pierde la cuenta. Ahora nos llega esta versión con subtítulo y caja raruna y la pereza nos invade.
Un hombre entra en un bar y pide un vaso de agua. El camarero saca una pistola de debajo de la barra y le apunta con ella. El hombre da las gracias y se va. ¿Qué ha pasado? Éste es un ejemplo de una de las historias que te puedes encontrar en "Black Stories" (tranquilo todo el mundo, que no voy a destripar la solución). Lo que tenemos es, como podrás imaginar, ni más ni menos que una versión comercial del juego de detectives clásico.
Las reglas son las más fáciles y rápidas de aprender del mundo. Un jugador hace de guardián, que es el que "la queda". Éste tendrá que elegir una de las cartas, leer para sí los detalles del caso y revelar su enunciado a los demás jugadores, que serán los investigadores. En un minuto estamos listos para jugar.
El arte en esta edición es correcto.Ha conservado la portada y el aspecto exterior de la caja en su anterior edición. Una portada preciosa y distinta. Las ilustraciones de tablero y cartas podrían ser mejores, desde luego. En cuanto a materiales no hay queja alguna. Madera con colores no típicos, buenos grosores en el troquel, cartas con acabado en lino de buena calidad y un tablero de buena calidad.
¡La alegría se siente en el aire! Y Ricky está también ahí, en el aire... colgando, como no podría ser de otra manera, pues es la mascota y símbolo del pueblo, una enorme piñata en forma de burro. Como cada año, el alcalde está apunto de dar inicio a las fiestas: ¡todas las vecinas y vecinos están invitados a participar y a hacer que Ricky bese el suelo.
El dado de momento no lo vamos a usar hasta que nos salga la carta de dado; cuando salga usaremos el dado, mientras no. El juego es muy sencillo: te tienen que ir cogiendo cartas, siempre hacia fuera, para dar la facilidad que el resto las vean antes, y dejarlas delante de nosotros. En el momento en el que coincide la cenefa con la de otro, tenemos que decir lo que él tiene.
El apartado de diseño gráfico e ilustración es cumplidor. Un tablero que cumple y es muy claro pero no tiene florituras. Me da la impresión de que todo el diseño es armónico menos las losetas de unidad que no parecen pertenecer al juego. Sólo es una impresión y no hay que darle mayor importancia. Viene acompañado de la expansión nipona.
Para preparar una partida, colocaremos el tablero en el centro de la mesa y colocaremos cada cubito rojo en cada uno de los teatros. Los cubos verde y gris, los colocaremos en la zona de puntuación. Cada jugador toma una pantalla, una bolsa con las fichas de su color dentro y saca tres al azar, que colocará detrás de la pantalla. Colocaremos las fichas de armamento especial (amarillas) en un lado boca abajo, y estamos listos para comenzar.
Revive la Segunda Guerra Mundial en veinte minutos. En este juego dos jugadores lucharán en los escenarios más icónicos de la guerra, tratarán de ganar campañas clave y desarrollarán sus recursos militares. ¿Estás preparado? Los jugadores roban fichas de unidad de una bolsa para determinar sus fuerzas iniciales y para restituir sus bajas.
Un grupo de arqueólogos profesionales ha hecho un impresionante hallazgo en Guadahorez, en la Ameranada occidental. Allí, en un templo que había caído en el olvido siglos atrás, han encontrado unos pasadizos que llevan hacia una estancia inexplorada del templo. En ella hay claves indescifrables y enormes bloques de arcilla que, si los colocan según indican los jeroglíficos grabados en los muros, pueden llegar a coincidir a la perfección...
Los jugadores se sentarán alrededor del templo y en cada turno deberán decidir entre obtener bloques y guardarlos en su reserva o mover un bloque de su reserva al suelo del templo. Si lo coloca bien para que reproduzca una forma concreta desde su punto de vista en dos dimensiones obtendremos puntos para el final de partida.
Os traemos una reseña del que se hace llamar el party de películas definitivo en esta caja que, como véis, parece una caja de cinta de vídeo; que, si la abrimos, nos encontramos dentro una cinta de VHS clásica y dentro de ella nos encontraremos todo el contenido del juego. No hay mejor manera de presentar el que se hace llamar el party-game de películas definitivo.
Cada jugador, en su turno, debe colocar una pieza (cada uno tiene las mismas en un color diferente) en contacto con una o más piezas de su color únicamente por la esquina. El que tenga piezas de menor valor por colocar al final de la partida, gana. Versión de viaje sólo para dos jugadores (a partir de cinco años) del "Blokus".
Se habla mucho de la nostalgia, como si se hubiera inventado ahora, como si parte de esos recuerdos que atesoramos y que forman parte de nuestra infancia no hubieran sido en su momento explotaciones nostálgicas a su vez, y ahora tenemos la celebración de la celebración. Pero todo esto es casi una simple manifestación superficial de lo que significa realmente la nostalgia.
Miniaturas. Vikingos. Mayorías. ¿Y esperábais que no acabara apareciendo por aquí? En fin. Que sí, que efectivamente este juego es tan bueno como cuentan, quizá incluso mejor; podría decir que estoy estropeando la sorpresa pero ya nos conocemos y sabíais que me iba a flipar. Ahora lo que voy a hacer es contaros exactamente por qué.
Nos habéis preguntado un montón de veces si este juego funciona bien a dos. Primero os vamos a explicar cómo se juega a dos jugadores (el setup y la mecánica) que se adapta un pelín, cuando son dos jugadores tiene algunas diferencias. Y tendréis partidita para que juzguéis vosotros mismos qué tal funciona. Y luego valoraciones.
Tras el frío invierno, Bloom Town regresa a la vida y tú deberás ayudar a revitalizar los distintos vecindarios. Los jugadores seréis arquitectos que deberéis construir viviendas, tiendas, oficinas, parques, estaciones de metro... todo lo necesario para atraer nuevos residentes o turistas. Aquel que construya la mejor ciudad será nombrado alcalde de Bloom Town.
Vamos a ver cómo se juega a este juego. Un juego que es muy sencillito, un juego familiar. Lo que vamos a hacer, como siempre, es ver cómo se juega y luego damos nuestra opinión. Lo primero, abrimos la caja y así aprovechamos y os enseñamos los componentes. Lo primero es el reglamento: muy sencillito. Luego tenemos aquí, como véis, mogollón de hojitas de puntuación.
Uno de los impulsos humanos más básicos es el que nos lleva a construir cosas: nos gusta mirar algo que antes no existía, poner los brazos en jarras en plan cuñao y pensar: "esto lo he hecho yo". Dadnos una servilleta de papel y haremos aviones; con una baraja de cartas, un castillo y, con un puñado de dados, una torre. Este juego se aprovecha de ese impulso.
¿Quieres convertirte en un intrépido explorador y descubrir las islas paradisíacas de la laguna azul? Con la ayuda de tu tribu coloniza las diferentes islas del archipiélago, reúne valiosos recursos y construye estratégicamente tus aldeas para llegar a ser la tribu más prestigiosa de todo el archipiélago. Bienvenidos a este juego. Lo primero que hacemos es colocar de manera aleatoria las fichas de recursos y las estatuas.
Antes de nada, tengo que hacer una confesión: no me interesa especialmente la historia militar, así que no puedo decir nada en cuanto al rigor histórico o la atención a los detalles del juego; y en lugar de eso me voy a centrar en ver cómo funciona precisamente eso, como juego. Una vez dejado este tema claro, vamos al lío. Yo había jugado hace mucho a la edición original.
Si hay algo que le gusta a Reiner Knizia más que diseñar juegos, es ganar dinero haciéndolo. De un tiempo a esta parte le ha dado por las aplicaciones para móviles y no le va nada mal, pero hace diez años la cosa no estaba tan clara, y pensando pensando se dio cuenta de que un juego que llevaba una buena temporada petándolo era "Magic: El Encuentro".