Es un juego de pillos. Cada jugador tiene treinta fichas, divididas en tres tipos: seis tzaars, nueve tzarras y quince totts. El objetivo es intentar eliminar un tipo de fichas de tu rival o provocar que tu rival no pueda capturar ninguna ficha, es decir inmovilizarlo. La decisión cada turno es: ¿me hago más fuerte saltando sobre una de mis fichas o debilito a mi enemigo eliminado una de sus fichas?
Somos tribus mayas compitiendo por ganarse el favor de los dioses (Quetzalcóatl, Kukulcán y Chaac) para convertirse en la más próspera de la civilización maya. Desarrollaremos nuestras actividades en los cinco núcleos de desarrollo (Palenque, Uxmal, Tikal, Yaxchilán, y Chichen Itzá), a lo largo de dos eras representadas en el engranaje del calendario maya.
De tribus mayas va este juego de colocación de trabajadores, donde deberás desarrollar tecnologías, comprar edificios, construir templos, ganarte el favor de lo dioses... antes de que el engranaje del tablero, que representa un calendario maya, de una vuelta entera. No tiene una mecánica muy complicada ya que en tu turno sólo podrás poner tus trabajadores.
Tenemos un juego que se publicó justo en el momento en el que todo el mundo estaba hablando del calendario maya. Primero vamos a explicar la preparación: como podéis ver, este tablero está chulísimo con los engranajes. En la preparación, cada jugador colocará un marcador en cada uno de los templos y en cada una de las tecnologías.
Lo llamativo, y un poco la esencia del juego, son las seis ruedas que una vez engarzadas formarán el calendario maya. Quedan bastante bonitas en el tablero, e incluso está la opción de pintarlas sin demasiada dificultad. ¡Hay artistas para todo! Además, giran bastante bien, no se atascan. Tenemos algún otro juego que tiene también este tipo de engranajes, y desde luego que gira mucho peor, ¡así que un punto positivo para esto!
Un juego que nos pone en el papel de un ahau, el líder de un clan o una pequeña ciudad maya, que pretende llevar a su pueblo a la gloria. Para lograrlo, tendrá que acumular más puntos de victoria que sus rivales, ¡y todo antes de que pasen doscientos sesenta días! Los dioses otorgarán puntos de victoria a aquellos que les haya rendido tributo.
Vamos a contar cómo se juega a dos jugadores (que sí que tiene su adaptación) y nuestra opinión al respecto. Y haremos una partida a ver si consigue ganarme, que la verdad es que se le da un poquito mal... Sí, un poquito mal, pero bueno... ¿Funcionará a dos? Os contaríamos más sobre el juego por aquí... pero ya sabéis... ¡mejor que veáis el vídeo!
Si ya ayer os traía el unboxing de este juego de mesa, hoy tenía que pasar por aquí para explicaros cómo se juega. Aunque sea un juego muy sencillo y fácil de aprender a jugar, las reglas si te las explican siempre es mucho más rápido y fácil para jugar. Es un vídeo muy cortito pero que queda muy claro cómo se juega.
Éste es un juego de habilidad y visión espacial, sobre todo, y de haberle echado horas al tetris, también ayuda. En cada turno se reparte a cada jugador un tablerillo con huecos para colocar tres o cuatro fichas, que tienen una única forma de colocarse, y estas fichas las decide una tirada de dado, con lo que nadie tiene el mismo tablero ni la misma resolución.
Hoy os traemos un juego que ya tiene sus años, pero no por ello deja de ser un buen juego. Abrimos esta gran caja, vemos lo que contiene y cómo se juega. Vamos a abrir la caja para ver lo que contiene. Nos vienen las instrucciones, muy sencillas: solamente es un folio. Tenemos este marcador, que luego veremos para lo que es; las distintas plantillas.
Empezamos el otro día con la reseña del juego y hoy haremos una partida a dos jugadores y en el modo fácil: en el modo de esta cuadrícula que utilizamos tres piezas. De momento, lo primero que vamos a hacer es coger una plantilla y vamos a empezar la partida; y sobre la marcha os vamos explicando. Aquí tenemos el tablero inicial: el tablero principal.
Aunque algunas ilustraciones tienen motivos africanos, el juego no tiene tema ninguno, va de resolver puzzles antes que tu adversario. Cada jugador recibe veintiuna piezas y su set de tableros. Se ponen de acuerdo en usar el tablero A1 (por ejemplo) y se tira el dado de veinte caras para decidir qué piezas deben combinar para conseguir la forma que aparece en su tablero y resolver el puzzle.
En su turno, cada jugador jugará una carta de movimiento y moverá un barco de la forma que indique dicha carta. Si no puede jugar ninguna carta, descartará las cartas de restricciones y girará una de sus fichas de ancla. Finalmente el jugador robará cartas hasta tener cinco (más una por cada ancla volteada). Algunas cartas muestran restricciones.
Este juego de mesa nos traslada a África, concretamente a la rivera del río Ulanga, para visitar las aldeas y los pueblos de la región. ¿Visita por ocio? ¡Me temo que no! Esta vez venimos por trabajo y, como buenos transportistas, cada jugador se pondrá su mejor uniforme para poder repartir sus mercancías por las aldeas localizadas en la zona.
Lo primero a destacar de este título es su cuidada edición. Desde el arte hasta el cuidado del más mínimo detalle pasando por la calidad de todos sus componentes. A destacar la catedral de cartón en tres dimensiones que sirve como contador de turnos. En cuanto a mecánicas estamos ante un eurogame de libro. Obtendrás puntos de victoria por avanzar tu barco a lo largo del río o por jugar cartas.
Tampoco es que el juego traiga muchos componentes. En la cuadrangular caja va a haber incluso aire, pero se lo perdonaremos porque en este juego la caja se usa como tablero, como veremos ahora a continuación. También vendrán setenta y dos cartas, ocho monstruos de cartón y sus respectivas peanas, seis dados, y algunos tokens de cartón para representar el track de ronda y algunos poderes especiales de los monstruos.
Partiendo de la base de que ya sabéis jugar, voy a mostrar un turno completo de juego y por último hablar sobre su escalabilidad para adaptar el juego a diferentes grupos. La partida se desarrolla en seis rondas y en cada una de ellas hay cuatro fases. Tu misión será intentar satisfacer el mayor número de sueño respecto a los otros jugadores.
Al abrir la caja del juego, que por cierto es muy cuca, veremos un tablerillo (impreso a doble cara), cartas, tokens de cartón, cubitos en cinco colores, y el manual de reglas. Pues en este juego no han perdido tiempo siquiera en hacernos una introducción a un mundo ficticio ni nada por el estilo. Aquí cada jugador intenta extender sus ejercitos (sí, los cubitos) todo lo que pueda por el mapa.
Un juego que puede funcionar muy bien en viajes de autobús, avión o tren. Se tarda segundos en montar y la dinámica es bastante rápida. No creo que el juego sea malo, pero se queda corto en muchos sentidos. No me voy a deshacer de él, le quiero dar otra oportunidad... quién sabe, estas vacaciones de camino ¿a Punta Cana?
Estamos ante un juego de colocación de trabajadores... sin trabajadores. Cada jugador dispone de un mazo de cartas idéntico con el que realizar las seis acciones de cada periodo, con la pega de que al elegir cada acción a realizar, debemos descartar otra que no recuperamos hasta el siguiente periodo. Y encima, debemos adaptarnos a unos eventos en cada turno lo que te provoca a adaptarte continuamente.
Continúa la historia de Pilares de la Tierra y la construcción de la torre de la catedral para convertirse en el edificio más alto de Inglaterra. Los jugadores deberán cumplir con sus obligaciones y conseguir construir los diferentes proyectos de construcción, como curar a los enfermos para poder ganar puntos de victoria y ganar la partida.
Los jugadores competirán por ser los más ricos e influyentes habitantes del salvaje oeste. Un tablero muy bonito, una bolsa de tela, cubitos amarillos, grises y rojos, muchos meeples personalizados, toldos, dados, lingotes de oro e indicadores de duelo. Todo en una pequeña caja muy portable. El juego consiste en ser el tío más duro del salvaje oeste.
Este juego traslada a los jugadores al salvaje oeste. A través de mecánicas de mancala y colocación de trabajadores, los jugadores tendrán que competir por construir negocios, extraer oro, arrestar a los bandidos e incluso batirse en duelos bajo el duro sol del mediodía. El turno es muy sencillo y podremos seleccionar los meeples que se encuentran en una localización.
Se trata básicamente de un juego de equipos en el cual hay dos bandos claramente diferenciados: los malvados hombres lobo, cuya sed de sangre es insaciable; y el resto de la aldea que intenta, entre el caos causado por la muerte de sus vecinos, esclarecer el misterio antes de que la tragedia les vuelva a golpear. Como comprobaréis a continuación, las reglas son extremadamente simples.