Muy buenas a toda la muchachada, hoy os traigo un vídeo que debía haber subido hace muchísimo tiempo. Mi primer unboxing del canal fue el de este juego de Martin Wallace. En su día os dije que "en breve" os traería el tutorial... ya, "en breve". Hoy por fin cumplo aquella promesa con mucho retraso, pero la cumplo.
Cada jugador tiene un tablero personal, con dos revisores y un trenecito. Se podrán ir añadiendo vagones y raíles, por los vagones irán los revisores, por los raíles el trenecito. El tercer revisor servirá para el tablero de puntuación. Los vagones empiezan con valor cero y podrán ir subiendo su valor numérico de izquierda a derecha. El vagón con más valor es de doce.
Vamos a empezar ya con la explicación. Y vamos a dividir el vídeo en un par de secciones: la primera, cómo no, va a ser la preparación. Muy sencillito: colocamos los diferentes tokens a mano de todos los jugadores (los de daño, estrella y puntos de victoria). Y los dados también, que lleguemos todos los jugadores.
En 1956, cientos de estudiantes húngaros se levantaron contra el gobierno comunista, provocando la revolución del 23 de octubre. Esas fechas se conocen como los "días de la ira", nombre que da título a este juego. Se basa en hechos reales y puedes jugarlo en modo cooperativo y modo competitivo. ¿Preparado para viajar a través de la historia?
Estamos aquí por este juego. Y nada, cuéntanos un poquito la historia de este juego, de dónde viene o cuál fue la idea principal si no era ésta... Bueno, la idea principal, realmente lo que es la historia del juego no era ésta la primera. Pero vamos, fue derivando. La idea original era un poco como que hubiera algo en el que quedase sólo un jugador.
Nos encontramos ante una caja llena hasta arriba de componentes, sobre todo cartas, pero también un buen puñado de tókens, recursos de plástico (barriles de cerveza y lingotes de oro) y un tablero. Todo el material es de buena calidad y con un arte muy llamativo. Desplegado en mesa ocupa mucho espacio ya que además del tablero con todas las cartas disponibles para compra tendremos que disponer de espacio para desplegar nuestra aldea.
En primer lugar debemos colocar el pedazo de tablero que tiene este juego sobre la mesa. Ahora debemos de montar la isla, para ello deberemos colocar las fichas de terreno dentro de este borde más grueso que delimita la isla. Así hasta que tengamos todas las piezas colocadas. Una vez montada la isla, colocamos las sierpes marinas en su lugar correspondiente en el tablero.
Es un juego de dados donde tendrás que tomar la mejor decisión para puntuar el máximo número de puntos. En tu turno, añade un número determinado de dados al juego, y elige con que dados te quedas para rellenar tu tablero personal. Podrás acabar la partida de manera rápida o tomarte tu tiempo, pero todas las decisiones serán cruciales.
Cada jugador representará a una de las dos superpotencias enfrentadas durante la Guerra Fría: EEUU y la URSS, compitiendo por decantar a su favor el equilibrio de poderes, y por la carrera espacial. En cada turno, los jugadores jugarán, en secreto, una carta para cada marcador que pueden avanzar: el equilibrio de poder y la carrera espacial.
En este título nos metemos en la piel de unos aventureros que se adentran en un dungeon en busca de tesoros. El problema es que en dicho dungeon vive un dragón que periódicamente sale a cazar por lo que debemos ser muy cuidadosos con el ruido que hacemos, puesto que el aventurero más ruidoso será el que más probabilidades tenga de ser herido por el dragón.
Es un juego familiar que va de iluminar habitaciones. Cada jugador debe intentar jugar sus tokens en las diferentes áreas del tablero, e intentar conseguir mayorías en dichas áreas. ¿Serás tú el que coloque las piezas de la mejor manera e ilumine más áreas? El objetivo de los jugadores es colocar sus tokens de luz dentro de las habitaciones del tablero.
Va vísteis el qué lleva dentro, así que toca explicaros cómo se juega. No tengáis miedo porque veíais que el vídeo es un poco largo porque es muy sencillo jugar. Lo único es que hay muchas acciones posibles pero es muy, muy sencillo y muy intuitivo. Así que... vamos a verlo. Vamos a empezar la explicación y la preparación.
Un wargame que cubre el conflicto entre británicos y franceses en Canadá, durante la guerra franco-india. Cada jugador dispone de veinticinco bloques para conseguir su objetivo que no es otro que conquistar la ciudad de Abraham para el británico en el turno dieciséis; y evitar que esto ocurra para el francés. ¿Preparados para conocer el desenlace?
Es un juego de pillos. Cada jugador tiene treinta fichas, divididas en tres tipos: seis tzaars, nueve tzarras y quince totts. El objetivo es intentar eliminar un tipo de fichas de tu rival o provocar que tu rival no pueda capturar ninguna ficha, es decir inmovilizarlo. La decisión cada turno es: ¿me hago más fuerte saltando sobre una de mis fichas o debilito a mi enemigo eliminado una de sus fichas?
¿Lo hueles? Recién sacadito del horno que lo tenemos... Pensaba que ibas a decir que olía a vino. Sí chaveles, es una broma pero es cierto: está recién cadito, salió hace tres días, ya lo tenemos aquí. Ya tenéis el qué lleva dentro, así que sólo nos falta explicar cómo menear a la gente... Ésta es la preparación de una partida, como podéis ver, para cuatro jugadores.
Tendremos un tablero principal que será donde se desarrollen las conquistas. Divididas por regiones, en la preparación inicial habrá antiguas civilizaciones, en otras puede haber montañas. Éste es uno de los dos tableros posibles, dependerá del número de jugadores. Son diez rondas. El dinero es importante, pues serán los puntos al final de la partida.
Una vez sepamos los jugadores que vamos a ser, cada uno coge sus componente iniciales y preparamos el tablero colocando los moáis, sombreros, losetas de bosque, troncos, marcadores de puntuación,... en sus respectivas zonas. Éste es un juego relativamente sencillo de enseñar ya que está subdividido en fases y puedes explicar cada una en su momento.
Ya vísteis esta semana el qué lleva dentro de este juego. Más de uno nos dijísteis que teníais ganas de saber cómo se juega, así que aquí lo tenéis. En la misma semana la explicación de cómo se juega a este juegazo. Un juego que vais a ver, ahora mismito en un momento, que es muy sencillo pero queda... ¡cómo queda en mesa!
Al comienzo de 1989, la guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética estaba cerca de terminar. Durante cuarenta años el continente europeo había estado dividido por telón de acero, separando el este del oeste. Ahora el nuevo líder soviético Mijaíl Serguéyevich Gorbachov ha lanzado un nuevo programa de reformas.
Este juego me parece uno de los mejores familiares que he jugado últimamente. Es muy agradable de jugar, cada jugador está en su reino, y casi siempre está uno más pendiente de lo suyo que de los demás. Cuando estés familiarizado (a los pocos turnos) con el juego ya jugarás mirando de reojo qué les hace falta a tus rivales, y es que la interacción del juego está en coger losetas con las que puedes hacer mucha pupa.
Si se infecta el estómago, el cerebro, el corazón o los huesos, tu cuerpo se quedará sin fuerzas. Si cuando acabe tu turno tienes sobre la mesa el cuerpo sin virus, ¡lo habrás conseguido! ¡Habrás ganado la partida! Nunca un virus hizo que tu vida mejorara tanto como éste... ¿Hay virus que sirvan para cualquier órgano? ¿Hay medicina que sea general?
Comenzamos la partida con una ficha individual, en ella se encuentra representado el plano de la casa y una lista de posibles armas del crimen así como todos los sospechosos y sus posibles móviles. Igualmente se nos reparten una serie de cartas de un mazo previamente preparado específicamente para el caso. En cada turno el jugador activo podrá solicitar intercambiar cartas que contengan información.
Ya habéis visto el qué lleva dentro de esta caja; así que ahora toca ver cómo se juega. Unas mecánicas muy sencillitas , muy rapidito (ya lo veréis) y el juego muy divertido. Y sobretodo, sobretodo muy guapo en la mesa. Así que sin más dilación nos vamos a ver cómo se juega. Ya tenemos aquí montada la partida para dos jugadores.
En tu turno tomas una tarjeta en la que te encontrarás ocho palabras. Tus compañeros de juego te indicarán qué número de palabra debes interpretar. Puedes utilizar todas las cartas que quieras, moverlas, o tapar parte de ellas, pero no puedes emitir ningún sonido, ni por supuesto dar más pistas que la que se te indica en la tarjeta.