Es un juego que trata de recoger toda la esencia dungeon de una forma sencilla y cómica. Cada jugador comienza siendo un humano de nivel uno y tiene que ir consiguiendo toda clase de equipo y objetos mágicos a base de derrotar monstruos y coger tesoros. En tu camino hacia la victoria deberás de hacer toda clase de artimañas.
Podrás ponerte de lado de un grupo de forajidos o de lado de los hombres de la ley para revivir escenas de las películas del lejano oeste. Podrás vivir tiroteos, atracos, duelos,... Los materiales son sencillamente espectaculares. Tienes plastico y cartón para aburrir en forma de meeples, barriles, dinamita, balas, cactus, edificios,...
Todos los jugadores están a las puertas de la mazmorra, pero sólo una entrará en ella: el más valiente, el más insensato o simplemente el único que no haya podido salir corriendo. Al principio, el héroe contará con una serie de armas y objetos que le permitirán enfrentarse a los monstruos. Cada turno, los jugadores irán metiendo monstruos en la mazmorra o quitando objetos al héroe.
Encarnamos a quizá los alumnos más trastos de la escuela de magia. Hemos enredado entre los trastos del sótano de la escuela hasta abrir un libro antiguo. De este libro han empezado a surgir criaturas endemoniadas. Nuestro objetivo en el juego es aguantar la envestida de estos monstruos sin volvernos locos, pero claro, quizá teníamos que haber atendido un poco más en clase.
Chavalería, hoy os traigo el unboxing de uno de los juegos más aclamados en Essen 2015, de Alexander Pfister y editado en España por LudoSentinel. En este juego tomas el control de un hombre de negocios que puja por las compañías que colonizan dicha región africana y sus alrededores. ¿Serás el inversor más prestigioso al final de la partida?
Una de las sagas que más han marcado mi infancia ha sido precisamente la de Harry Potter. Me adentré en ella directamente a través del tercer libro: El Prisionero de Azkaban. No sé en qué estaba pensando mi tía pero me regaló ese libro y... yo... ya que lo tenía, pues lo empecé. Me encantó la historia y de hecho a día de hoy sigue siendo de todos el que más me gusta.
Un filler de los de encadenar varias partidas seguidas, y con una complejidad de las que lo explicas en medio minuto. Componentes de excelentísima calidad. No olvidéis que se trata de un chorrijuego de escasísimos componentes (cartas y unos mini-tokens de cartón para la puntuación), pero aún así se agradecen que sean de tan buena calidad.
¡Pasote! Esa sería mi definición para este juego. Un juego que curiosa y sospechosamente (salvando las distancias) se parece "bastante" en su funcionamiento al nuevo de "XCOM: El juego de tablero". La idea del juego es que los humanos la hemos liado como siempre una vez más. Construimos una estación espacial que ha sido infectada por un virus.
Un juego creado por Richard Garfield. Cada jugador encarna a un gigantesco monstruo que quiere hacerse con el control de Tokio. Para proclamarse el conquistador de la ciudad, deberá destruir la ciudad para conseguir puntos de victoria o deberá derrotar a los demás monstruos. El juego se basa, casi en su totalidad, en el lanzamiento de dados.
Volvemos ante otro de esos juegos que todo el mundo conoce. Pero de los que lo conocéis... ¿Cuántos realmente lo habéis jugado? Porque yo sinceramente nunca lo jugué. Cierto es que al tener "El Palé", que como bien sabéis es idéntico, podría decir que sí que lo he jugado. Es más, técnicamente sí que he jugado a este juego, sólo que con otra versión.
Estamos ante un juego doble. Tenemos lo que podríamos llamar reglas básicas y reglas avanzadas. Seguro que como ya habréis intuido, ambas modalidades no van a ser sino una evolución del "Risk" para llevarnos al conocido mundo de los juegos de ordenador de Civilization. Con el añadido para mi gusto de que vamos a tener ciudades, tecnologías que avanzar, distintas tropas que reclutar...
Siempre me ha hecho gracia nuestra conocida Cefa con sus copias de juegos extranjeros. En esta ocasión estamos ante un juego en el que la versión me gusta más que el original del momento porque, si bien creo recordar, pese a que el "Monopoly" de 1933 también tenía las casitas de madera, las de nuestro juego de la misma fecha tenía las aristas redondeadas.
Cada jugador gobierna una ciudad que deberá desarrollar con el propósito de convertirla en la más próspera y prestigiosa. Para ello, deberá construir una serie de distritos que irán aumentando el valor de su ciudad. Cuando un jugador haya construido ocho distritos, la partida termina y el jugador con mayor valor de puntuación en los distritos de su ciudad será el ganador.
En el juego, cada jugador representa un colonizador que llega a la isla y debe expandirse por el territorio antes que el resto de jugadores. La colonización se lleva a cabo construyendo carreteras, poblados y ciudades, para conseguir puntos de victoria y ser el colonizador supremo. Para poder construir las infraestructuras, deberás conseguir recursos.
Hablar de este juego es hablar de un juego de mesa de éxito. Quizás por ello sea de los pocos que ha logrado salir del mundo de los juegos "especializados" y ha pasado a grandes superficies. No es que esté en muchos sitios, pero... es más fácil verle a él que a otros de la misma compañía.
¡Pero que gran saga! ¿Y qué pasa si unimos "Risk" con Star Wars? Pues que sale este juegaco. Un juego con dos formas de jugar: la clásica y la de esta edición. Le da una nueva vuelta de tuerca a este juego y lo hace de una forma muy especial. La verdad es que después de jugarlo... no sé otra gente, pero yo me he sentido totalmente dentro de las películas.
Los jugadores son buscadores de oro, buscando fortuna en el salvaje oeste. En cada turno se subastan concesiones mineras (asociadas a cinco ciudades diferentes). Los jugadores podrán poco a poco convertirse en alcaldes de esas ciudades, también en propietarios de bares, salteadores de caminos,... Al final de la partida, el jugador con mayor influencia, las mejores minas y con más dinero gana.
Hace ya varios días de la muerte del rey, sin embargo todavía no se ha encontrado el tesoro del difunto. Todos, incluido tú, quieren salir con el tesoro, pero también interesa ser el último en morir. Se pone un personaje en cada loseta y se le dan dos fichas de personaje a cada jugador (nadie sabe quién eres). En tu turno puedes matar o mover.
Una de las sagas que más me gusta desde la primera vez que la vi es justamente la ésta. Es una historia que mezcla muchas cosas que me gustan. Cosas como la edad media, la magia, la fantasía,... todo ello unido para crear un mundo increíble. Curiosamente nunca me había planteado el tener un juego ambientado en esa historia.
Si nos juntamos entre dos y ocho personas ya podemos jugar. Sólo tenemos que repartir las cartas entre todos, eso sí, boca abajo para no saber qué va a salir y comenzar a sacar moscas a volar. En el momento que sale un matamoscas tendremos que ser el más rápido en cazar, poniendo la mano sobre la que nos queremos llevar.
Mucha gente conoce el juego original (como lo llama la propia compañía), pero yo diría que en realidad los que hayan podido jugar a este juego... son menos de los que esperaríamos por su fama. Estamos ante una variante bastante llamativa del ajedrez. O al menos yo así lo veo. Ahora bien, si lo quería tener... ¿por qué nunca lo pillé?
Representamos a una tribu de piojos jugueteando en el pelo de Pualani. No se nos ha ocurrido otra cosa que ponernos a jugar al juego de la cuerda con los pelos de la pobre niña. Ganarás la partida si consigues demostrar más fuerza que tus oponentes, pero ojo, deberás calcular bien tu fuerza porque si rompes el pelo perderás los puntos.
¡Chavalería! En este vídeo desprecintamos la caja de un juego de Llama Dice (Isra C. y Shei S.) editado por Ediciones Primigenio. Se trata de un juego de cartas donde lideramos a un grupo de piojos que compite con otros grupos para hacerse con los pelos más largos de una niña hawaiana llamada Pualani.
Un grupo de aprendices de mago intenta encontrar los símbolos mágicos que están escondidos en el laberinto mágico. Pero... los magos veteranos no se lo van a poner fácil y encantan el laberinto . ¡Ahora los muros son invisibles! Cada jugador empieza en una esquina del tablero y se saca un símbolo mágico de la bolsa y se coloca sobre su dibujo equivalente en el tablero.