Los jugadores serán miembros de un equipo especializado en la contención de enfermedades. Juntos, deberán encontrar la cura de cuatro enfermedades mortales que se han diseminado por todo el mundo. Pero la tarea no será fácil, ya que cada turno se irán contagiando nuevas ciudades y apareciendo nuevas infecciones que propagarán brotes por todas partes.
Trae ciento doce cartas nuevas divididas en puertas y en tesoros. Esta expansión trae una nueva raza: los gnomos, cuya habilidad principal es que pueden invocar monstruos desde su mano para sumar su nivel a su fuerza de combate. Esta raza se añade a las anteriores: mediano, elfo, mago y orco. Esta expansión también trae una nueva clase: bardo.
¿Qué pasa chavalería? Tras subir gameplay y reseña hoy os traigo el unboxing de este juego de mesa en su versión final, la que estará disponible en tiendas desde el 9 de septiembre de 2016.
Los jugadores se deben distribuir en dos equipos de espionaje. Un jugador de cada equipo será el jefe de espías, que deberá de dar pistas a sus compañeros para que éstos encuentren a los agentes infiltrados. Los jefes de espías tendrán una clave que les permitirá saber los nombres en clave de los diferentes personajes.
Veamos el contenido del juego. La expansión trae ciento once cartas nuevas divididas en tesoros y en puertas. La mayor novedad de la expansión es que trae una nueva raza: orco. En el juego básico existían otras cuatro razas: mediano, enano, elfo o humano si no tienes ninguna de ellas equipada. Junto con la nueva raza, la expansión trae nuevas cartas relacionadas con ella.
Tiene, ante todo, unos componentes diferentes. No entro (aún) en si son buenos o malos, digo que los componentes del juego te dejan picueto. En primer lugar, por el tamaño... Cuando encargué este juego y fui a recogerlo a casa de un amigo me esperaba una caja pequeñita; estamos ante la caja comercializada más pequeña que he visto por ahora en la afición.
Bienvenidos al vídeo de presentación de una aventura en solitario. Es un juego diseñado para un solo jugador, aunque puedes jugarlo de forma cooperativa con otro amigo tomando las decisiones entre los dos. En el juego encarnamos a Viernes, inspirado en el personaje de la novela de Robinson Crusoe, que habita una isla desierta.
El arte es sencillo y funcional como en todo buen eurogame, no llama en exceso la atención pero cumple con su cometido. Sin embargo el juego es bastante llamativo una vez que se ha montado la ciudad con sus tejados. Vamos con las mecánicas que es donde el juego brilla por su originalidad. La mecánica principal es una pirámide de cubos de colores.
Vamos por partes, empecemos por lo único que parece poner de acuerdo a todo el mundo: los componentes. No hay duda de que se trata de una producción ejemplar, como el autor nos tiene acostumbrados: todo en el juego está hecho con los mejores materiales que se pueden encontrar en el mercado, cartas, tablero, tokens,...
Si habéis visto algún capítulo de The Big Bang Theory, les habréis podido ver jugando con unos tacos de madera muy similares a éstos. De hecho si mal no recuerdo juegan hasta con unos más grandes... Que algún día quisiera tener yo también, ¡lo malo será guardarlos! Así que como intuiréis los hay de todos los tipos y aún mejor: de todos los tamaños.
Tendremos que administrar nuestro tiempo a lo largo de nuestra vida en cuatro ámbitos: proyectos vitales, ocio, trabajo y familia.Comenzaremos el juego siendo unos adolescentes con todo el tiempo del mundo pero sin dinero ni experiencia, para terminar siendo adultos con pasta y experiencia pero con el tiempo hipotecado al trabajo y la familia.
En el juego, uno de los jugadores hará de master o narrador de la historia; y el resto de jugadores formarán parte de ella. Cada jugador representará a un aldeano de la pequeña aldea de Castronegro. Durante la noche algunos de los habitantes de la aldea se covertirán en hombres lobo y matarán a uno de sus vecinos. Cuando amanece, los habitantes de la ciudad descubrirán quién ha sido la víctima.
Hace bastante tiempo descubrí este juego en su versión inglesa. Un juego en el que a través de los distintos turnos, los jugadores iban construyendo su propio castillo. No sé realmente qué fue lo que me captó más de él, si la idea de construir un castillo medieval, o la portada del juego que mostraba un castillo que siempre he querido ir a ver... La realidad es que desde entonces quise este juego y hoy por fin os hago reseña del mismo.
¿Quién no ha soñado alguna vez de pequeño con eso de ser doctor? A mi me gustaba la idea. Bueno, el caso es que el juego que hoy os traigo yo creo que es conocido por muchos, pero jugado por no tantos. Lo digo en base a las veces que lo escuché en mi infancia (mogollón) y las veces que lo vi en persona (cero patatero).
El mundo de Star Wars entró en mi cabeza gracias a un primo mío al que le encantaba la banda sonora de la, por aquel entonces, única trilogía de la saga. Tenía además las películas y me las dejó... ¡Flipé! Obviamente años después, cuando salió la siguiente trilogía (que no iba a ser siguiente, sino anterior), tuve que ir a verla y por contra de lo que la gente decía... ¡Me gustó!
El mundo romano siempre me ha fascinado por la de cosas alucinantes que fueron capaces de hacer con los recursos tenían y la época que era. Era de esperar entonces que un juego que se ambienta en él, también me debiera de gustar. En este caso le han dado un giro al típico juego de crear caminos, para que en lugar de polvo, movamos agua por el territorio.
Fue el ganador del primer concurso de prototipos de Análisis Parálisis. Cada jugador controlará una tribu de piojos hawaianos que viven en la cabeza de una chica llamada Pualani. El objetivo es lograr la mayor cantidad de pelo de su cabeza. Para ello, deberemos colocar estratégicamente los piojos a estirar de uno de los lados del pelo.
¿Os va el imperio romano? ¿Y el "Risk"? Si a las dos preguntas habéis dado un sí... éste es vuestro juego. Muchos se quejan de que sea un juego en el que hay romanos peleándose contra romanos... pero chicos, siento aguaros la fiesta... ¡Es que eso ya pasó! Cada vez que caía un cesar había un vacío legal y no faltaban soldados que querían optar al cargo.
El conde Drácula vuelve en esta tercera edición del juego para someter a los investigadores a una nueva pesadilla recorriendo las ciudades más importantes de Europa. ¿Conseguirán dar caza a Drácula antes de que sea tarde? Os enseño el contenido de esta reimplementación de Frank Brooks, Stephen Hand y Kevin Wilson.
El juego en sí se juega a dos fases. En la primera, cada jugador sacará tantas cartas como jugadores más una, pero las irá viendo de una en una, y decidiendo si se la queda (máximo una por ronda), si la deja para la segunda fase (máximo una por ronda) o si la coloca boca arriba para que el resto de jugadores se la queden. Así hasta acabar las cartas.
Es un juego que trata de recoger toda la esencia dungeon de una forma sencilla y cómica. Cada jugador comienza siendo un humano de nivel uno y tiene que ir consiguiendo toda clase de equipo y objetos mágicos a base de derrotar monstruos y coger tesoros. En tu camino hacia la victoria deberás de hacer toda clase de artimañas.
Podrás ponerte de lado de un grupo de forajidos o de lado de los hombres de la ley para revivir escenas de las películas del lejano oeste. Podrás vivir tiroteos, atracos, duelos,... Los materiales son sencillamente espectaculares. Tienes plastico y cartón para aburrir en forma de meeples, barriles, dinamita, balas, cactus, edificios,...
Todos los jugadores están a las puertas de la mazmorra, pero sólo una entrará en ella: el más valiente, el más insensato o simplemente el único que no haya podido salir corriendo. Al principio, el héroe contará con una serie de armas y objetos que le permitirán enfrentarse a los monstruos. Cada turno, los jugadores irán metiendo monstruos en la mazmorra o quitando objetos al héroe.
Encarnamos a quizá los alumnos más trastos de la escuela de magia. Hemos enredado entre los trastos del sótano de la escuela hasta abrir un libro antiguo. De este libro han empezado a surgir criaturas endemoniadas. Nuestro objetivo en el juego es aguantar la envestida de estos monstruos sin volvernos locos, pero claro, quizá teníamos que haber atendido un poco más en clase.