Llega el verano y nos suelen apetecer juegos ligeros que durante el resto del año, al menos a mi, no me apetece tanto sacar. Tenía ganas de algo sencillo y divertido así que éste juego, después de escuchar algunos buenos comentarios sobre él, se convertía en un posible candidato. Y así fue. Es un juego de los que yo llamo "abrir y jugar".
Tenemos el mejor entorno para hacer un gran negocio, una preciosa isla paradisiaca repleta de cultivos de frutas. ¿Quién no le sacaría provecho? Pues pongámonos manos a la obra para activar su producción y venta, encargándonos de atender los pedidos de los barcos e instalando nuevas ideas de comercio que fomenten el turismo. Viviremos una carrera por lograr que nuestra isla sea la más rica y jugosa.
Estamos aquí para traeros la reseña y el cómo se juega de este juego. Lideraremos una tribu primitiva desde la cuna de la humanidad en África hacia el resto del mundo, donde cazaremos en los bosques, recolectaremos alimentos, cocinaremos la comida, montaremos asentamientos y conseguiremos nuevos inventos que nos faciliten este reto.
Consigue el equipo necesario para huir, negocia con otros oficiales y planea tu escapada, o representa al bando alemán y frustra los planes de fuga de los enemigos del Reich.
Un juego para dos a ocho jugadores, en el que usaremos cartas y mapas para guiarnos y escapar o devorar, según el bando al que pertenezcamos. Al principio de la partida, los jugadores deben elegir uno de lo tres mapas propuestos. Los mapas presentan una serie de hexágonos unidos y que serán las casillas o sectores por los que nos moveremos.
Hoy os traemos una cosita que viene de bastante lejos, una cosita lejana... del espacio exterior. Nos fuimos de viaje y resulta que petaron las comunicaciones y hemos perdido el contacto con la base. Y entonces le he dicho a Pep: tenemos que salir de aquí. Y resulta que Pep era un puto alien...
Éste es un juego de cartas, secuela del maravilloso "Burgle Bros.". En este juego uno de los jugadores intentará huir ir de la ciudad y de su incansable perseguidora, mientras que ésta deberá identificar todos los escondrijos antes de que escape el fugitivo. ¿Será este juego tan bueno como los anteriores juegos de su autor? Sigue leyendo para descubrirlo.
En este juego de engaño y deducción un jugador será el fugitivo y otro encarna a la detective que trata de darle caza. Un título que nos recordará a series policíacas de los años sesenta o setenta que nos propone emocionantes partidas. La presentación en una caja de tapa imantada que representa un maletín es un plus. Cartas de buen gramaje y un inserto de cartón en el que el juego va perfectamente protegido.
Un juego de mesa fruto del trabajo conjunto de dieciséis personas, entre autores e ilustradores, que crearon este juego en 2010 para celebrar el quince aniversario de la editorial Eggertspiele, fundada por Peter Eggert. En él nos pondremos en la piel de un grupo de amigos pasando el día en un parque de atracciones.
Un juego de cartas para dos con un diseño de las cartas espectacular y donde el objetivo es recolectar setas y cocinarlas. Parece sencillo, ¿verdad? Lo es, pero tiene su miga. El objetivo es recolectar grupos de setas del mismo tipo y después cocinarlas para conseguir puntos de victoria. Hay un total de ochenta y seis cartas de bosque.
En este juego de mesa tendremos que elegir Japón o Estados Unidos, para enfrentarnos cara a cara, y en solitario tomamos uno de los dos bandos para desafiar al autóma. El objetivo es sencillo: derrotar a la flota de portaaviones enemiga en la ronda tres, o ser el jugador con mayor cantidad de puntos de victoria en la ronda siete.
Asumiréis el papel de empresarios del siglo XIX. Vuestro objetivo será erigir un imperio industrial y ganar tanto dinero como podáis comprando compañías, extrayendo recursos y procesándolos de la forma más rentable posible. El objetivo de este juego es ser el empresario que ha acumulado más dinero tras cuatro rondas. El final de la partida llega tras la fase de producción de la cuatro y última ronda.
Competiremos por obtener las fábricas que mejor encajen en nuestro grupo empresarial, lo que nos abrirá las puertas para potenciar nuestra cadena de producción y despuntar del resto incrementando exponencialmente nuestros beneficios. Agilicemos el proceso de extracción-tratamiento de recursos y su posterior venta, catapultándonos así en el ranking de las fortunas más importantes de la época.
Invierte en las mejores factorías para producir y vender tus productos, vigilando a la competencia y reaccionando a la demanda del mercado, para convertirte en el empresario más exitoso de un futuro cercano. En este juego os alternaréis comprando factorías y promocionando vuestros productos hasta que llegue la fase de mercado, momento en el que intentaréis vender la producción para generar beneficios.
El objetivo de este juego, como todo juego económico que se precie, es ser el jugador que más dinero acumule al final de la partida, invirtiendo en las nuevas tecnologías y modificando los valores de estas para comprar y vender al mejor precio. Cada ronda se divide en tres turnos, donde los jugadores podrán realizar tres distintas acciones.
En las paradisíacas playas del mar del sur, como se denominaba al océano Pacífico de América, nos podemos encontrar grandes tesoros. La calma y tranquilidad que se respira, provoca que busquemos la diversión, además de en el fantástico paisaje, en retos que nos hagan rivalizar entre nosotros, dándole más aliciente a la aventura.
Vamos a ver la preparación, cómo se juega y y un poquito nuestra opinión. ¡Vamos a verlo! La preparación es muy sencilla y da igual el número de jugadores que seamos. Le daremos a cada jugador los componentes de su color: el tablero de juego (con el color indicado en esta zona inferior), las quince tablas de puntuación y siete amuletos de la suerte.
En este juego nuestro objetivo es ir colonizando planetas para expandirnos con nuestra raza por la galaxia. Para ello tendremos que terraformar planetas que en un principio no son habitables para nosotros, crear federaciones y a su vez invertir en tecnología para para mejorar las habilidades de nuestra raza de modo que acabemos siendo los amos del universo.
Tendremos que expandir nuestra facción colonizando planetas, formando federaciones y gestionando nuestros recursos de la manera más eficiente para poder ser la mejor facción de la galaxia. En esta reseña os voy a hablar de cómo se juega y cómo es el juego en solitario jugando contra el automa. Es un eurogame de temática espacial.
La mecánica es la elección de roles. El juego sólo tiene dos tipos de carta: mundos que debemos colonizar/conquistar, y desarrollos que debemos construir para aprovecharnos de sus habilidades. Las cartas sirven, además, como moneda de pago para los planetas y desarrollos, y son a la vez los recursos que se producen en los planetas.
Ser piloto de cargueros espaciales en el siglo XXV ya no es lo que era en antaño. Cada viaje es una auténtica odisea para Corporación S.A. y especialmente sus empleados, quienes sufren a diario innumerables ataques de piratas y cuando no de meteoritos. Los empleados, hartos de la situación, se plantan y piden un plus de peligrosidad bien merecido.
Hay juegos en los que cada movimiento está planeado al milímetro, sin posibilidad alguna de desviación: puedes saber exactamente qué efectos tendrá a corto, medio y largo plazo cada decisión que tomes. Hay juegos en los que las acciones de otros jugadores o el azar pueden afectarte en mayor o menor medida y obligarte a replantearte estrategias o buscar planes alternativos.
Los juegos de piratas molan. Los juegos con dados chulos molan. Los juegos en los que construyes cosas físicamente molan. Este juego, la última creación de la gente que hace los juegos que firma Ignacy Trzewiczek, lo tiene todo para molar... Salvo alguna cosa. La premisa del juego promete mucho: empiezas tu andadura con una pequeña flotilla de barcos y un galeón, con la intención de convertirte en el pirata más famoso de los siete mares.
El Imperio mogol prospera a un ritmo vertiginoso, gracias en gran medida al comercio de té, especias y seda. Quién nos iba decir hace apenas medio siglo que íbamos a dominar casi todo el subcontinente indio, o que nuestro esplendor quedaría de manifiesto mediante imponentes construcciones como el Taj Mahal, la Badshahi Masjid, el fuerte Rojo o el fuerte de Agra.