Un juego en el que sentirás lo jodido que es el mundo de la escalada y cuyo objetivo es coronar el K2 antes que tus oponentes. Perdón, ¡miento! El objetivo es sobrevivir una vez coronada la cima y lo más alto posible (ya que te dará más puntos). Vivir para contarlo... Cada jugador cuenta con un equipo formado por dos alpinistas que deberán conseguir el mayor número de puntos.
Es un juego de estrategia en el que los jugadores se dividen en dos bandos: continentales (habitantes de las trece colonias que buscan su independencia de Gran Bretaña) y el ejército británico. Cada uno de estos bandos está dividido en dos facciones: regulares continentales y patriotas por un lado y regulares británicos y lealistas por otro.
De la mano del autor Seiji Kanai, nos llega este juego: la secuela del famoso "Love Letter", una nueva vuelta de tuerca al amor imposible entre un príncipe y una princesa "in love". Realmente sencillo de aprender. Tres jugadores formarán parte del equipo de los príncipes (príncipe, princesa y sacerdotisa) y el resto de jugadores formarán el equipo del ministro (un ministro y soldados).
El elemento central del juego son las cartas de personaje, de ambos sexos y diversas profesiones y nacionalidades, que conformarán nuestra mano-reserva de amigos de la familia. Podremos utilizar estas cartas incorporándolas a nuestra familia mediante matrimonios con otros miembros, obteniendo así las recompensas que indica cada carta; o descartándolas como pago de otras acciones del juego.
Un juego basado en una serie de cortos y cómics de ambientación steampunk, algo que se ha trasladado al título que nos ocupa otorgándole un acabado visual más que llamativo. Nos encontramos ante un juego de mayorías que estaría a medio camino entre un eurogame y un ameritrash. Los jugadores se enfrentaran entre ellos para ser los mejores colonizadores.
Barack Obama también tuvo que darle al coco en su día para darse a conocer y vencer en las elecciones. Su oponente McCain no le fue a la zaga. En este juego deberás elegir entre republicanos o demócratas, definir tu estrategia y tratar de ganar las elecciones. Es un juego para dos jugadores. El juego se divide en dos fases.
Esa sencillez mezclada con estrategia táctica y algo de wargame, que vino de manos del señor Richard Borg, sigue intacta, pero es que además en esta ocasión se han sumado entre otros los ingenios de los amigos Konieczka y Kouba y el resultado es espectacular. Las novedades son las justas y necesarias para que el juego mejore.
Con un reglamento muy sencillo y una mecánica de juego que no os llevará más de dos minutos explicar, este juego se convierte gracias a su simpático tema, su funcionamiento y su ajustada duración, en un estupendo juego familiar. Primero de todo prepararemos los mazos según el tipo de carta, pues a medida que avance la partida se irán descubriendo cartas del mazo que corresponda.
Las cartas están numeradas y clasificadas por colores, y en su turno cada jugador debe jugar una carta de su mano de mayor valor que la previamente jugada, formando así una secuencia ascendente de cartas, y moverá su barco según el color de dicha carta: un nuevo color en la secuencia moverá el barco en diagonal, un color repetido moverá en linea recta, y siempre hacia delante.
Llevo meses deseando escribir una reseña de uno de los juegos de mesa que más placer lúdico me ha proporcionado. Hablo de un clásico. El juego por el que me enganché al maravilloso mundo de los juegos de mesa. Es un juego muy fácil de aprender. El objetivo como bien dice la portada: la conquista del mundo. Hay multitud de versiones de este juego.
En la China de hace 2000 años, competiremos por conquistar la mayor cantidad posible de territorio, fundando nuevas provincias y construyendo pagodas como muestra de nuestro poderío. Por turnos, los jugadores colocarán una loseta y robarán otra. Al colocar la loseta podrán activar diversos efectos: crear una provincia, ampliarla, crear una gran provincia, conectar una aldea o conquistar provincias y aldeas rivales.
Es un juego de colocación de losetas ambientado en la China imperial. Los jugadores representan a unos artesanos que deberán decorar los palacios con faroles flotantes y ganar puntos de honor antes de que comience el festival de la cosecha. En cada turno, el jugador podrá realizar una de estas acciones: colocar una loseta; gastar las monedas; o utilizar sus cartas.
Con unas reglas muy sencillas y una duración más que ajustada, con una puesta en mesa muy visual y muy apto para introducir a nuevos jugadores a este género dentro de los juegos de mesa. aquí los jugadores se ponen en la piel de diferentes razas, cada una de ellas con sus propias habilidades, tenemos un total de trece, así que ya podéis imaginar la buena rejugabilidad.
¿Vives en Madrid y te entra el canguelo cada vez que alguien estornuda en tu cara? ¿No pisarías Alcorcón aunque regalen cien juegos de mesa a los mil primeros en visitar su museo municipal? Normal, el virus del ébola anda suelto por la capital. Pues más o menos es lo que te vas a encontrar en este juego cooperativo donde los jugadores deberán evitar a toda costa que los letales virus se propaguen.
Lo que han hecho es pasar a tablero un juego digital. Su sistema de turnos, puntos de vida, puntos de movimiento, puntos de acción, líneas de visión, alcances, etc, que además se jugaba sobre un tablero de casillas, lo hacían, ya desde un primer momento, un juego totalmente llevable a cartón.
Éste es un género que podríamos decir que está saturado, hay realmente muchos diseños que ofrecen prácticamente lo mismo. Ya sabéis, cada jugador lleva a un héroe con diferentes características y habilidades y deben cooperar juntos para resolver una misión, donde se les presentarán obstáculos como monstruos y trampas, también hay tesoros y objetos.
Nos enfrentamos a los desafíos de la Edad de Piedra, buscando desarrollar nuestro poblado mejor que el de nuestros vecinos en todos los ámbitos: construcciones, caza, agricultura, población y civilización. Por turnos, los jugadores colocan a sus trabajadores en diferentes partes del tablero, después resuelven las acciones donde estuvieran colocados sus trabajadores.
De tribus mayas va este juego de colocación de trabajadores, donde deberás desarrollar tecnologías, comprar edificios, construir templos, ganarte el favor de lo dioses... antes de que el engranaje del tablero, que representa un calendario maya, de una vuelta entera. No tiene una mecánica muy complicada ya que en tu turno sólo podrás poner tus trabajadores.
Este verano he estado en la playita pero pude sentir de cerca los vientos glaciares y los pies congelados gracias a este juego de mesa para dos jugadores que te mete en el papel del noruego Roald Amundsen o del inglés Robert Falcon Scott en su carrera por ser el primer explorador en alcanzar el Polo Sur. Nos encontramos ante otro buen juego nacional y eso siempre es una buena noticia.
En cada turno los jugadores se alternarán jugando cartas de su mano (este es el "motor de cartas") que pueden activar diferentes eventos o acciones de juego, con el objetivo siempre de aumentar su influencia internacional o ganar puntos de victoria. En ciertos momentos se realizarán chequeos en las regiones en las que se divide el tablero y se repartirán puntos de victoria.
Llevaba tiempo queriendo reseñar este juego: uno de los juegos para dos al que más cariño tengo, y al cual debo mucho, ya que es uno de los juegos de mesa preferidos de mi mujer. La temática sencilla y divertida. Un jugador encarna a Mr. Jack (sí, se trata de ese asesino que se hizo famoso en el Londres de 1888) y el otro a la policía.
Un juego para dos a ocho jugadores, en el que usaremos cartas y mapas para guiarnos y escapar o devorar, según el bando al que pertenezcamos. Al principio de la partida, los jugadores deben elegir uno de lo tres mapas propuestos. Los mapas presentan una serie de hexágonos unidos y que serán las casillas o sectores por los que nos moveremos.
El dueño nos invito a Ricky "Rookie" y a un servidor a descubrir las bondades de su juego fetiche; donde pudimos descubrir de lo que es capaz con tal de salvar su pellejo. Ya le empezáis a odiar tanto como yo, ¿verdad? Sigamos. Nos lo vendió como un divertido juego donde una ciudad es invadida por zombies y donde los jugadores encarnan los papeles de algunos supervivientes.
Recrearemos las vivencias de la nave Galactica en busca de la treceava colonia después de que estalle una guerra contra los cylons. Para empezar estamos hablando de un juego semicooperativo con roles ocultos, donde los jugadores asumen el papel de tripulantes de la estrella de combate Galactica.